Israel sigue con los bombardeos en Gaza y la tensión crece en frontera con Líbano
Israel bombardeó de nuevo el sábado el sur de la Franja de Gaza, después de casi tres meses de una guerra con Hamás que ha convertido al asediado territorio palestino en un "lugar de muerte" simplemente "inhabitable", según la ONU.
El conflicto, que empezó con el ataque del movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre, amenaza con extenderse en la región.
El sábado, el Hezbolá libanés lanzó su "respuesta inicial" al asesinato del número dos de Hamás el martes en Beirut, que un funcionario de defensa estadounidense atribuyó a Israel, disparando decenas de cohetes contra una base militar israelí en Merón, en el norte del país.
El ejército israelí confirmó que hubo unos cuarenta disparos desde Líbano e indicó que respondió atacando una "célula que participó en los lanzamientos".
Poco después, Hezbolá anunció la muerte de cinco de sus combatientes debido a bombardeos israelíes que, según la Agencia Nacional de Prensa libanesa, tuvieron lugar en varias localidades del sur del Líbano, donde un refugiado sirio también resultó herido.
En Gaza, periodistas de la AFP reportaron ataques israelíes el sábado temprano en Rafah, ciudad del extremo sur del enclave donde cientos de miles de palestinos intentan refugiarse de los combates.
Allí, Abu Mohamed, un palestino de 60 años que huyó desde el campo de refugiados de Bureij (centro), declaró a la AFP que, con la guerra a punto de entrar en su cuarto mes, el futuro de Gaza se presenta "oscuro, sombrío y muy difícil".
La devastadora ofensiva aérea y terrestre de Israel en Gaza iniciada en octubre dejó al menos 22.722 muertos, la mayoría de ellos mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de Hamás, en el poder en el enclave palestino desde 2007.
El conflicto empezó el 7 de octubre con los sangrientos atentados de Hamás en el sur de Israel, que provocaron unos 1.140 muertos, según un conteo de la AFP basado en cifras israelíes
Según Israel, unos 132 rehenes de los 250 secuestrados por Hamás, grupo clasificado por la Unión Europea y Estados Unidos como "terrorista", permanecen cautivos en el territorio palestino.
"Lugar de muerte y desesperanza"
El gobierno de Hamás afirmó que 22 personas murieron en bombardeos en Jan Yunis.
"Han matado a nuestros hijos, han matado a nuestros seres queridos", se lamentaba una mujer a las puertas del Hospital Europeo de esta ciudad del sur de la Franja, donde fueron trasladados los cadáveres de palestinos muertos, según imágenes de AFPTV.
Delante de su casa destruida en Deir al Balah, en el centro del enclave palestino, Mohamad al Attar acusó al Estado hebreo de "crímenes de guerra". "El cuerpo de una niña pequeña" yace debajo de los escombros, denunció.
Gaza se ha convertido "simplemente en un lugar inhabitable", en "un lugar de muerte y desesperanza", y sus habitantes están "frente a amenazas diarias ante la mirada del mundo", denunció el viernes el jefe de operaciones humanitarias de la ONU, Martin Griffiths.
Unicef advirtió que los combates, la malnutrición y la situación sanitaria crearon un "ciclo de la muerte que amenaza a más de 1,1 millones de niños" en Gaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que la mayoría de los 36 hospitales del territorio quedaron fuera de servicio por los combates, y los que siguen funcionando se enfrentan al desabastecimiento.
El ejército israelí declaró el sábado que sus fuerzas "mataron a varios terroristas (...) y destruyeron algunos pozos de entrada a túneles" en Jan Yunis en las últimas 24 horas.
Presión diplomática
En Siria y en Irak, los ataques a bases militares de Estados Unidos, principal aliado de Israel, se dispararon en las últimas semanas.
En Yemen, los rebeldes hutíes apoyados por Irán -- al igual que Hezbolá -- multiplicaron sus ataques a buques en el mar Rojo en "apoyo" a los palestinos de Gaza.
La ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, pidió a su homólogo iraní, Husein Amir-Abdollahian, que "Irán y sus socios" terminen "de inmediato" sus "acciones desestabilizadoras".
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, mantuvo conversaciones en Líbano este sábado, también con la esperanza de evitar una conflagración regional.
"Es absolutamente necesario evitar que Líbano se vea arrastrado a un conflicto regional", afirmó en una rueda de prensa en Beirut.
Su homólogo estadounidense, Antony Blinken, se reunió en Turquía con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y en Grecia con el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, en la primera etapa de su nueva gira por Oriente Medio.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, instó a Blinken a concentrarse en poner fin a la "agresión" israelí.
El futuro de Gaza "lo decidirá el pueblo palestino, no Israel", recalcó Husein al Sheikh, un alto cargo de la Autoridad Palestina, refiriéndose al borrador presentado esta semana por el Ejecutivo israelí sobre el futuro del enclave tras el conflicto.