Hamás retrasa entrega de segundo grupo de rehenes hasta que Israel 'respete el acuerdo'
Hamás anunció el sábado que retrasa la liberación de un nuevo grupo de rehenes, a cambio de presos palestinos, hasta que Israel "respete el acuerdo" de tregua temporal, que dio un segundo día de respiro a los habitantes de la Franja de Gaza tras siete semanas de guerra.
El brazo armado del movimiento islamista palestino, las brigadas Ezzedine al Qassam, reclamó especialmente "la entrada de camiones de ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza" y el respeto de los "criterios de selección" para la liberación de los presos palestinos a cambio de los rehenes, antes de entregarlos al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Según Israel, que confirmó el retraso, Hamás debía entregar a 14 rehenes el sábado a cambio de 42 presos palestinos.
La tregua de cuatro días prorrogable, obtenida el miércoles por Catar, Estados Unidos y Egipto, prevé la liberación de un total 50 rehenes israelíes, de los más de 200 cautivos en Gaza, y de 150 palestinos presos en Israel.
Esta pausa en los combates, renovable y que parecía que se estaba respetando el sábado, incluye también la entrada humanitaria y de carburante en Gaza.
Los bombardeos israelíes sobre Gaza, continuos desde el ataque perpetrado en Israel el 7 de octubre por Hamás, y la ofensiva militar en el norte del territorio palestino cesaron, al igual que los disparos de cohetes de Hamás hacia Israel.
El viernes, Hamás entregó un primer grupo de 13 rehenes israelíes -- así como diez tailandeses y un filipino que no formaban parte del acuerdo inicial --, al CICR para ser llevados a Israel a través de Egipto.
De su lado, Israel excarceló a 39 palestinos presos, mujeres y jóvenes de menos de 19 años.
"No olvidar"
En Tel Aviv, los rostros sonrientes de los rehenes liberados el viernes eran proyectados en la fachada del Museo de Arte, con las palabras: "Estoy de vuelta en casa".
"Hoy, estamos felices de ver volver a los nuestros, pero no debemos olvidar a todos los que aún no han regresado", declaró Yael Adar, la nuera de Yaffa Adar, de 85 años, y la más longeva de los rehenes liberados, en la web de noticias Ynet.
"No nos callaremos hasta que el último detenido vuelva a casa", prometió Yael Adar, cuyo hijo Tamir, un padre de dos hijos de 38 años, aún está en manos de Hamás, secuestrado junto a su abuela en el kibutz de Nir Oz.
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, advirtió no obstante que la guerra no había terminado. "Empezaremos a atacar de nuevo Gaza en cuanto la tregua termine [...] para desmantelar Hamás y crear una enorme presión con el fin de traer de vuelta rápidamente a tantos rehenes como sea posible, hasta el último de ellos", afirmó.
Júbilo en Cisjordania
En Cisjordania ocupada, escenas de júbilo acompañaron la vuelta de los presos liberados, recibidos como "héroes" en algunas zonas, con fuegos artificiales, banderas palestinas y del movimiento Hamás.
En Jerusalén Este, ocupado por Israel desde 1967, se prohibieron las celebraciones.
"Esperaba el día en que sería liberada de prisión y podría abrazar a mi madre", explicó a la AFP Rawan Nafez Mohammad Abu Matar, de vuelta a su casa cerca de Ramala, en Cisjordania, y que había sido condenada en 2015 cuando tenía 21 años a nueve años de prisión por intento de asesinato contra un guardia fronterizo israelí.
El 7 de octubre, los milicianos de Hamás mataron a 1.200 personas y secuestraron a alrededor de 240, según las autoridades, en el peor ataque en suelo israelí en la historia del país.
En respuesta, Israel ha bombardeado sin respiro el exiguo territorio. El grupo islamista, que gobierna Gaza desde 2007, afirma que 14.854 personas han muerto hasta ahora, entre ellos 6.150 niños, murieron por la ofensiva israelí.
Hospitales desbordados
La tregua supone un primer momento de respiro para los gazatíes, que también están sometidos a un "asedio total" por parte de Israel, sin apenas acceso a agua, comida, electricidad o medicinas.
En los hospitales del sur del enclave, los convoys de ambulancias que evacuan a heridos hacia el norte siguen llegando. Pero, como asegura Ashraf al Qidreh, portavoz del Ministerio de Salud de Hamás, "ya no tienen ni la capacidad de acogida ni el equipamiento".
"La tregua, sienta bien, esperamos que dure. [...] La gente quiere vivir", confesó a la AFP Mohammed Dheir, que encontró refugio con su familia en Rafah, en el sur.
El ejército considera que el tercio norte de la Franja de Gaza, donde se encuentra la ciudad de Gaza, es una zona de combate que alberga el centro de infraestructuras de Hamás. Ordenó a la población abandonar esa zona y le impide volver.
Aun así, miles de palestinos, que habían huido al sur, intentaron ir hacia el norte de la Franja, según la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que reportó un muerto y varios heridos en incidentes con fuerzas israelíes que les impidieron el paso.
Según el ministerio de Salud de Hamás, siete personas resultaron heridas por disparos israelíes.
La tregua debe permitir también la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza. El viernes ingresaron 200 convoyes camiones cargados con ayuda, según el servicio del ministerio de Defensa israelí, encargado de los asuntos civiles en territorios palestinos.
La OCHA aseguró que estos constituían "el mayor convoy humanitario" desde el inicio de la guerra.