Conflicto monetario agrava la crisis en Yemen, devastado por la guerra
Además del conflicto militar de siete años, el gobierno de Yemen y los rebeldes hutíes libran una batalla en otro frente: una guerra de monedas que abrió una brecha en la cotización de la divisa local, el riyal.
El gobierno y los hutíes, apoyados por Irán, usaron los mismos billetes hasta finales de 2019, cuando los rebeldes prohibieron las nuevas notas impresas en la ciudad de Aden, bajo control del gobierno, por temor a la inflación.
La diferencia resultante en el abastecimiento de dinero en efectivo ha provocado una depreciación de la moneda local, el riyal, a cerca de 1.000 unidades por dólar en áreas controladas por el gobierno, mientras que en áreas controladas por los rebeldes se mantiene en 600.
Personas y negocios en áreas controladas por el gobierno y áreas rebeldes han sido afectados por la divergencia, sobre todo los primeros, dada la fuerte inflación que enfrentan.
La diferencia cambiaria también complicó el comercio y propició la manipulación de parte de buscadores de ganancias, en detrimento del resto del país, que está al borde de la hambruna.
"Ahora tenemos (...) dos tasas de cambio de la misma moneda dentro del país", comentó Amal Nasser, un economista del Centro Sanaa de Estudios Estratégicos. "Esto es extraño desde una perspectiva económica".
Según Nasser, otros expertos y pobladores de Yemen, la brecha entre las dos monedas implica mayores costos de transferencia entre las dos zonas.
Estímulo inflacionario
El conflicto en Yemen dividió al país entre el norte, controlado por los hutíes, y el sur bajo el gobierno reconocido internacionalmente, que trasladó el Banco Central a la ciudad portuaria de Aden luego de que los insurgentes tomaron Sanaa en 2014.
La guerra llevó al país, el más pobre de la Península Arábiga, al borde la hambruna y el colapso económico, con el cierre o destrucción de gran parte de las escuelas, fábricas, hospitales y negocios.
Con la depreciación del riyal en las últimas semanas en las áreas controladas por el gobierno, el Banco Central se comprometió a retirar los billetes que acumuló en su territorio tras la prohibición hutí de fines de 2019.
El Banco Central en Aden esperaba que los nuevos billetes se usaran en las dos zonas, pero su concentración en la parte gubernamental generó inflación en esa zona y provocó la diferencia cambiaria.
Este mes, el gobierno presentó un cúmulo de lo que aseguró son billetes viejos, causando molestia entre los rebeldes que lo acusaron de imprimir dinero nuevo falso.
Las autoridades rebeldes también prohibieron su uso y emitieron guías para identificar los billetes supuestamente "falsos", algo que los expertos consideran que será difícil para la población.
"Obviamente esta nueva inyección de dinero afectará negativamente la economía, aumentará la inflación y afectará la capacidad de compra de la población", dijo a AFP Alaa al Haj, poblador de Aden.
Los yemeníes ya sufren con altos costos de la vida, en un país donde más de 80% de la población depende de la ayuda internacional.
Hutíes reclaman de trampa
Los hutíes han acusado a Goznak, una empresa estatal rusa, de colusión con el Banco Central de Aden para imprimir "gran cantidad de dinero falso" este año, "en particular billetes de 1.000 riyales" para presentar los billetes nuevos como si fueran viejos.
Wahid al-Fawdai, un consultor del Banco Central, dijo que los billetes que el gobierno puso recientemente en circulación han estado durante años en las reservas de la institución.
Goznak y el Banco Central no respondieron a las consultas de AFP.
Redes sociales y periódicos publican a menudo historias de gente que saca partido de la inestabilidad económica.
Algunas personas han usado la diferencia cambiaria como una forma de obtener ganancias, usando los billetes "viejos" recién distribuidos en Aden para comprar billetes impresos después de 2017 con descuentos de alrededor de 20%.
Expertos consultados por AFP creen que los nuevos billetes "viejos" tienen posibilidades de permear las áreas hutíes por ser difícil distinguirlos de las notas en circulación.
Al final, esto debería ayudarle al Banco Central a cerrar la brecha en la tasa cambiaria entre las dos zonas, indicaron.