Bombardeos israelíes y combates con Hamás en la Franja de Gaza
Israel bombardeó el jueves varias zonas de la Franja de Gaza en su guerra contra Hamás y mantuvo sus preparativos para invadir Rafah, en el sur, pese a las advertencias internacionales sobre el riesgo de provocar una catástrofe humanitaria.
Las negociaciones indirectas, mediadas por Catar, Estados Unidos y Egipto, con vistas a una tregua y a la liberación de los rehenes en manos de Hamás desde el inicio de la guerra el 7 de octubre se hallan estancadas.
Los dirigentes de 18 países, incluyendo EEUU, Francia, Reino Unido, Brasil, Argentina, España y Colombia, pidieron a Hamás, en una declaración conjunta, "la liberación inmediata de todos los rehenes.
"El acuerdo sobre la mesa para liberar a los rehenes supondría un alto el fuego inmediato y prolongado en Gaza", afirma el documento, difundido por la Casa Blanca.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, indicó que el gabinete de guerra se había reunido para estudiar cómo "destruir a los últimos batallones de Hamás".
Según el gobierno israelí, el movimiento islamista, en el poder en Gaza, conserva cuatro batallones en Rafah, donde se hacinan 1,5 millones de palestinos, en su gran mayoría desplazados desde otras regiones de la Franja a causa de la guerra.
Un cargo político de Hamás, Ghazi Hamad, dijo a la AFP desde Catar que la invasión de Rafah no permitirá a Israel obtener "lo que quiere", es decir, "eliminar a Hamás o recuperar" a los rehenes.
Añadió que Hamás avisó a a "Egipto, a Catar" y a "otros países árabes e internacionales" del "peligro que representa una invasión de Rafah" y del hecho de que "Israel se dispone a cometer más masacres".
Según funcionarios egipcios citados por el Wall Street Journal, Israel planea desplazar a los civiles de Rafah hacia la ciudad cercana a Jan Yunis, donde prevé instalar carpas y centros de distribución de alimentos.
La evacuación duraría de dos a tres semanas y se llevaría a cabo en coordinación con Estados Unidos, Egipto y otros países árabes como los Emiratos Árabes Unidos, según estos responsables.
La guerra se desencadenó el 7 de octubre por un ataque de comandos islamistas que mataron a 1.170 personas, en su mayor parte civiles, en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Tambièn secuestraron a unas 250, un centenar d elas cuales fueron canjeadas por presos palestinos en Israel durante una tregua de una semana a fines de noviembre. Israel estima que 129 permanecieron cautivas y que 34 de ellas murieron desde entonces.
Israel prometió destruir a Hamás, clasificado como organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, y lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra la Franja de Gaza que hasta el momento dejó 34.305 muertos, en su gran mayoría civiles, según las autoridades sanitarias del territorio palestino.
"Esto es ir demasiado lejos"
El ejército israelí informó el jueves por la mañana que sus aviones habían atacado la víspera "30 objetivos de Hamás" en El ministerio de Salud gazatí dio parte de 43 muertos en las últimas 24 horas.
Hubo enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y combatientes palestinos al norte del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja, según testigos.
Corresponsales de la AFP y testigos también informaron de disparos de artillería y bombardeos en el barrio de Zeitun, en el sur de Ciudad de Gaza (en el centro de la Franja).
También hubo ataques aéreos contra Rafah, donde muchos habitantes intentaron durante el día recuperar algunas pertenencias de entre los escombros de sus viviendas.
"¡Basta de destrucción, basta de guerra. Basta de sangre derramada de niños, de mujeres, de ancianos y de civiles no armados! [...] ¡Esto es ir demasiado lejos ![...] ¡Dejen vivir a la gente!", exclamó uno de ellos, Samir Daban.
EEUU construye muelle para encaminar ayuda
En Israel, Netanyahu enfrenta una fuerte presión interna para obrar por la liberación de los rehenes.
Familiares de rehenes se volvieron a manifestar este jueves en Tel Aviv frente al Ministerio de Defensa, algunos con las manos atadas y pintadas de rojo, con un esparadrapo en la boca con el número "202", el número de días que han pasado desde el ataque del 7 de octubre.
Tras más de seis meses de guerra, los casi 2,4 millones de habitantes de Gaza, asediada por las fuerzas israelíes, corren riesgo de hambruna, según la ONU, que exige la entrada de más ayuda humanitaria.
Parte de esa ayuda llega por el puesto fronterizo de Rafah, que conecta la Franja con Egipto. Ese es el único punto de entrada y salida del territorio palestino que, en teoría, no está bajo control israelí, aunque Israel mantiene un derecho de supervisión sobre el tránsito de personas y mercancías que circulan por ese lugar.
Desde que empezó la guerra, entre 80.000 y 100.000 palestinos llegaron a Egipto desde ese territorio, afirmó el jueves el embajador palestino en El Cairo, Diab Allouh.
Estados Unidos empezó a construir un muelle en Gaza para facilitar la entrega de ayuda por vía marítima, declaró a la prensa el protavoz del Pentágono, Pat Ryder.
El dispositivo consistirá en una plataforma sobre el Mediterráneo para la transferencia de ayuda de buques a embarcaciones más pequeñas, con un muelle para llevarla a tierra.
La situación en Gaza también está generando crispación en las universidades estadounidenses, donde cientos de personas fueron detenidas en una ola de protestas propalestinas, incluidas las universidades de Harvard y Princeton, anunciaron las autoridades de varias ciudades.