Bombardeos en Gaza se intensifican
Israel intensificó el jueves sus bombardeos en la Franja de Gaza, pese a los indicios de impaciencia de Estados Unidos, su principal aliado, que envió a un alto funcionario de la Casa Blanca a Jerusalén.
Esta guerra desencadenada por los ataques el 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamás contra Israel, ha dejado miles de muertos.
La ofensiva de los milicianos de Hamás dejó cerca de 1.200 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
La respuesta de Israel ha provocado 18.787 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino gobernado por Hamás.
El jueves, el ministerio indicó que los bombardeos israelíes nocturnos mataron al menos 67 personas en la Franja de Gaza.
En la ciudad de Jan Yunis, el humo surgía de entre los escombros, que la gente se afanaba en apartar con palas y sus propias manos.
"Unas cuatro personas siguen bajo los escombros" después de que un avión golpease el edificio "sin previo aviso", afirmó Hassan Bayyout, de 70 años.
En Cisjordania, que también sufre un repunte en la violencia desde el 7 de octubre, la Autoridad Palestina informó que "un joven" murió en un ataque israelí contra la ciudad de Yenín.
El presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo gobierno ha entregado miles de millones de dólares en ayuda militar a Israel, advirtió el miércoles que el "bombardeo indiscriminado" contra Gaza debilita el apoyo internacional al país.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, replicó afirmando que su país continuará "hasta la victoria", y el canciller Eli Cohen, sostuvo que la guerra contra Hamás seguirá "con o sin apoyo internacional".
"Desacuerdos" entre aliados
El asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, tiene previsto reunirse este jueves con Netanyahu y su gabinete de guerra en Jerusalén.
Sullivan declaró en un evento del diario Wall Street Journal, antes del viaje, que discutiría un calendario para terminar la guerra y va a instar a las autoridades israelíes para "avanzar hacia una fase diferente de las operaciones de alta intensidad que vemos hoy día".
Netanyahu admitió que hay "desacuerdos" con Estados Unidos sobre cómo será administrada Gaza después del conflicto.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró el miércoles que "cualquier discusión sobre Gaza o la causa palestina sin la presencia de Hamás o las facciones de resistencia será un engaño".
Un sondeo publicado el miércoles por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas indicó que Haniyeh cuenta con el apoyo del 78% de los habitantes de los territorios palestinos, frente al 58% que tenía antes de la guerra.
Además de la presión estadounidense, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente esta semana a favor de un llamado no vinculante a un alto el fuego, pero Estados Unidos se pronunció en contra de la mayoría.
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, indicó el miércoles que los gazatíes "enfrentan el capítulo más oscuro de su historia".
"Pausas tácticas"
La ONU calcula que 1,9 millones de personas, de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, han sido desplazadas y viven en carpas y que se están agotando los suministros de alimentos, agua potable, medicinas y combustible.
El organismo del ministerio de Defensa israelí encargado de asuntos civiles palestinos, COGAT, afirmó que el ejército "está permitiendo pausas tácticas con fines humanitarios".
Una tuvo lugar durante cuatro horas en un barrio de la ciudad de Rafah (sur), transformada en un gran campo de desplazados, para permitir a los civiles reponer suministros, indicó.
La ONU ha advertido de la propagación de enfermedades y el sistema hospitalario de Gaza está en ruinas. Las autoridades de Hamás afirman que se quedaron sin vacunas para los niños, advirtiendo que las consecuencias son "catastróficas".
El martes, Hamás afirmó que las fuerzas israelíes "asaltaron el hospital Kamal Adwan" en la ciudad de Gaza.
El jueves, el ejército dijo que "más de 70 terroristas salieron del hospital armas en mano" e indicó que sus tropas mataron "varios" milicianos durante los combates en la zona.
Israel suele acusar al grupo islamista de usar túneles bajo hospitales, escuelas y mezquitas, con fines militares. Hamás rechaza estas acusaciones.
Los tanques israelíes bombardearon Gaza desde la zona fronteriza del sur de Israel, mientras que los combatientes de Hamás siguieron lanzando cohetes hacia su territorio.
El ejército israelí dice haber perdido 116 soldados desde el comienzo de su ofensiva, y se enfrenta a una creciente presión por liberar a los rehenes capturados por el movimiento islamista.
Después de que decenas fuesen liberados durante una tregua, las autoridades israelíes afirman que 118 de los 240 rehenes siguen vivos en Gaza.
En la frontera con Líbano siguen los intercambios de disparos entre el Hezbolá y el ejército israelí. Este último afirmó el jueves que atacaron infraestructuras de este grupo aliado de Hamás.