Ban Ki-moon pide al mundo acoger a refugiados sirios
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, solicitó hoy la solidaridad de la comunidad internacional para acoger a 480.000 sirios que sobreviven como refugiados en los países limítrofes a su país, lo que representa sólo un 10 % de los que albergan dichas naciones.
"ACNUR estima que al menos el 10 % de los refugiados sirios necesitan ser asentados u otra forma de admisión en un tercer país. Esto representa 480.000 personas, un número relativamente pequeño comparado con los que acogen Turquía, Líbano y Jordania", recordó Ban.
Según las estimaciones de ACNUR, Turquía acoge a 2,7 millones de sirios; Líbano, con una población de cuatro millones de habitantes alberga a un millón de refugiados; en Jordania viven 600.000; 250.000 en Irak y 120.000 en Egipto.
El secretario general de la ONU fue el encargado de inaugurar un foro internacional que tiene lugar hoy en Ginebra para intentar impulsar la reubicación del máximo número de refugiados de los 4,8 millones que sobreviven en la región de Oriente Medio.
"Hoy pido a los países que actúen con solidaridad, en el nombre de nuestra humanidad compartida, al comprometerse con nuevos caminos para admitir a los refugiados sirios", solicitó el máximo responsable de Naciones Unidas.
La idea de la Agencia de la ONU para los Refugiados es que los países se comprometan con distintas formas de acogida, no solo el asentamiento, como los visados de estudiantes (Portugal los otorga ya), la reunificación familiar (Suiza lo aplica) u otros programas humanitarios aplicados por naciones como Alemania, Brasil o Francia.
La cifra de "compromisos asumidos" hasta la fecha es de 179.000 personas, aunque la agencia es incapaz de cuantificar cuántas personas exactamente han sido acogidas realmente.
Estos compromisos son distintos y ajenos a las cuotas de reubicación establecidas por la Unión Europea, y teóricamente obligatorias para todos los Estados que la conforman, para asentar en el continente a aquellos refugiados que ya están en suelo comunitario.
"Los refugiados son reconocidos por su devoción a la educación, su capacidad de resistencia y de mejorar constantemente. Ellos traen nuevas capacidades y experiencia a una población trabajadora que está envejeciendo".
"Los intentos de demonizarlos no son sólo ofensivos, son incorrectos", sentenció Ban.