Guterres insta a las partes del conflicto en Yemen a aprovechar la oportunidad de paz
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este viernes 2 de noviembre a las partes que protagonizan el conflicto del Yemen a que aprovechen la oportunidad que ha surgido para alcanzar la paz, y advirtió que el país se encuentra al "borde de un precipicio".
"Hay ahora una oportunidad para la paz en Yemen. La creciente ola de ímpetu debe ser aprovechada", aseveró Guterres en declaraciones a la prensa, que aplaudió la reciente disposición tanto del gobierno del país como de los rebeldes a los que se enfrenta para reiniciar conversaciones.
Urgió además a las partes a que superen los obstáculos y resuelvan sus diferencias a través del diálogo que se facilitará en las reuniones de este mes, a la vez que recordó que el país se encuentra en una situación extrema.
"Yemen se encuentra al borde del precipicio. En el aspecto humanitario, la situación es desesperada", subrayó el máximo representante de la ONU.
Pidió también apoyo a la comunidad internacional, que dijo tiene una "oportunidad real para frenar este ciclo de violencia sin sentido y prevenir una inminente catástrofe".
"Debemos hacer todo lo que podamos para maximizar las oportunidades de éxito. (...) El tiempo para actuar es ahora", señaló.
Recordó asimismo que la ONU y sus socios ya alimentan a 8 millones de personas en Yemen, una cifra que, como advirtió recientemente el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, podría ascender a los 14 millones, prácticamente la mitad de la población del país.
Guterres advirtió que para evitar que se produzca la inminente catástrofe, se requieren varios pasos, entre los que enumeró el fin de la violencia en todo el país, especialmente alrededor de infraestructuras críticas y áreas de densa población, y que se permita la importación de comida, combustible y bienes esenciales.
"Las carreteras deben permanecer abiertas -explicó- para que los bienes que salvan vidas puedan llegar a comunidades por todo el país".
Urgió además que se apoye la economía yemení con la estabilización de la divisa del país y el pago de salarios y pensiones, y que se incrementen los fondos internacionales para que las agencias de ayuda humanitaria puedan expandir sus áreas de acción.
"Debemos hacer todo lo que podamos para acabar con el sufrimiento humano y evitar que empeore la peor crisis humanitaria en el mundo", zanjó Guterres.
El conflicto armado en Yemen comenzó en 2014, cuando los rebeldes chiíes hutíes ocuparon Saná y otras provincias, y se recrudeció en 2015 con la intervención de la coalición militar integrada por países suníes y liderada por Arabia Saudí a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.