Los dos acusados de sedición contra el rey de Jordania se declaran inocentes
Los dos jordanos acusados de intentar derrocar al rey Abdalá II en beneficio de su hermanastro, el príncipe Hamzah, se declararon este lunes inocentes a la apertura de su juicio a puerta cerrada ante el Tribunal de Seguridad del Estado.
Bassem Awadallah, ex jefe de la oficina real con nacionalidad saudita, y Cherif Hassan ben Zaid, que durante un tiempo fue emisario especial de rey de Arabia Saudita, negaron los cargos presentados, afirmó a los periodistas, Me Mohammad Afif, letrado del primero de los inculpados.
En el auto, se acusa a los dos hombres de "actuar contra la seguridad de la ciudadanía jordana" y de "incitar a la sedición". Ambos se enfrentan a 20 años de prisión.
Dos de los seis testigos, cuatro militares y dos civiles, se presentaron ante el tribunal, según la televisión de Estado. El juicio continuará el martes.
Un vídeo difundido en las redes sociales muestra a Awadallah llegando al Tribunal, vestido con uniforme de prisión azul claro, una mascarilla en la cara y las manos esposadas a la espalda, conducido por un miembro de la unidad antiterrorista.
Sin embargo, el principal protagonista de este caso, el príncipe Hamzah, de 41 años, acusado de querer derrocar al rey y, para ello, de haber buscado la ayuda de Arabia Saudita, no será juzgado.
"El príncipe Hamzah estaba determinado a cumplir su ambición personal de reinar, violando la Constitución y las costumbres hachemitas", señala el acta de acusación.
El Gobierno jordano anunció el 4 de abril el arresto de 18 personas implicadas en un complot para "socavar la seguridad y la estabilidad de Jordania", de las cuales 16 de ellas fueron liberadas tras la intervención de varias personalidades y jefes tribales ante el rey.
El príncipe Hamzah afirmó que estaba bajo arresto domiciliario y negó haber participado en un intento de golpe.
El rey Abdalá nombró a Hamzah príncipe heredero en 1999, a petición de su difunto padre. Pero, revocó la decisión en 2004 para nombrar a su hijo, el príncipe Hussein, como su sucesor.