María Corina Machado, rostro de frustración de la política de Venezuela
Venezuela
Caracas, Venezuela/Con 2,4 millones de votos cosechados en las primarias opositoras de Venezuela, María Corina Machado se perfilaba como la opción más fuerte para enfrentar a Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024.
La corte suprema le puso un freno.
"Que nadie lo dude, esto es hasta el final", escribió Machado, de 56 años, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificara una inhabilitación de 15 años en su puerta, que en la práctica impide sus aspiraciones a participar en las elecciones.
Ese "hasta el final" se convirtió en un mantra de campaña de su vida política, que comenzó en 2002, cuando creó la organización Súmate, que impulsó un referendo para revocar al fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), y siguió hasta el Parlamento, donde encaró a aquel mandatario cuando era intocable, casi un Dios.
"Expropiar es robar", le dijo a Chávez en una memoria y cuenta en el Parlamento en 2012. "Le sugiero que gane las primarias porque está fuera de ránking para debatir conmigo", le dijo el mandatario. "Águila no caza moscas".
Una década después, Machado lo hizo: arrasó en las internas de la oposición, con más del 90% de los votos.
Pero la inhabilitación pone la tranca.
"El peor camino"
Machado impugnó la sanción ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, como parte de un mecanismo creado tras los acuerdos suscritos en Barbados entre el gobierno y la oposición en un proceso de negociación que media Noruega.
El máximo tribunal declaró "sin lugar" la demanda interpuesta y ratificó la sanción por 15 años argumentando que la opositora está "incursa" en actos de corrupción vinculados al opositor Juan Guaidó, quien se proclamó presidente interino entre 2019 y 2023 en un intento por derrocar a Maduro.
Machado ya había sido inhabilitada por un año en 2015 por asistir como "embajador alterno" de Panamá a una reunión de la Organización de Estados Americanos, donde denunció supuestas violaciones a derechos humanos durante las protestas que ese año pedían "la salida" de Maduro y dejaron 40 muertos.
Pero la sanción fue extendida a 15 años en junio pasado por haber "solicitado la aplicación de sanciones y bloqueo económico que generó daños en la salud venezolana".
"El régimen decidió acabar con el Acuerdo de Barbados", fustigó Machado, que tiene fama de ser tajante y sin medias tintas. "Maduro y su sistema criminal escogieron el peor camino para ellos: unas elecciones fraudulentas. Eso no va a pasar".
Ya después de la victoria en las primarias del 22 de octubre, tres miembros de su equipo fueron detenidos -relacionados con supuestos planes conspiradores- y varias sedes de su partido Vente Venezuela fueron vandalizadas por seguidores aparentemente vinculados al chavismo.
"Un riesgo"
Machado conquistó el voto opositor con una "opción diferente" a la oposición tradicional, con la promesa de acabar con el socialismo para dar paso a un país liberal.
"Es un riesgo de implosión dentro del chavismo", dijo, por su parte, el analista Luis Vicente León, de la firma Datanálisis, que ya consideraba su habilitación "improbable".
Poderosos dirigentes del chavismo ya lo advertían. Desde Diosdado Cabello, considerado el número dos del partido de gobierno, hasta Jorge Rodríguez, el presidente del Parlamento, que aseguró el jueves: "No hay forma de que esta mujer sea candidata a nada, en ninguna elección de la República Bolivariana de Venezuela".
Cabello suele además mofarla con nombres como "María con ira" o "La sayona", un ánima del folklore venezolano que, como Machado, es de tez blanca y cabello negro y lacio.
Machado recorre el país en auto pues las autoridades le impiden viajar en avión. Normalmente la paran en retenes policiales o militares, donde aprovecha para prometer un mejor país a los soldados.
Parte de su promesa de campaña es la del reencuentro familiar, tras la migración de más de 7 millones de venezolanos que huyeron la crisis.
Es una realidad que le toca directamente: sus hijos viven fuera del país y ella tiene prohibición de salir. Muchas veces, una videollamada es la única forma de comunicación.