El luminoso Grito mexicano

El Grito de la Independencia es una de las más luminosas para los ciudadanos. No solo porque cada 15 de septiembre reverdece el espíritu de unidad nacional, sino por las cerca de 45.000 luces que iluminan el Zócalo de Ciudad de México, la plaza pública más grande del país y uno de los centros de la fiesta.

Iluminación del Zócalo de Ciudad de México. / EFE
Efe
15 2015 - 17:39

Desde 1967 el Zócalo recibe anualmente esa noche a unas 50.000 personas, entre capitalinos y habitantes de estados vecinos, ansiosos por gritar el "Viva México" con el presidente de turno, ante un alumbrado decorativo en el que sobresalen los colores verde, blanco y rojo de la bandera mexicana, así como vistosas recreaciones de los héroes independentistas.

Con una tradición de casi 50 años, la iluminación, creada y desarrollada de manera "artesanal" con focos incandescentes, ha dado paso a la modernidad y este año los mosaicos luminosos, que se encienden en septiembre y diciembre, han sido sustituidos y por tecnología de pantallas de pixeles led, acrónimo inglés del diodo emisor de luz.

"El Alumbrado decorativo se coloca en las Fiestas Patrias y en la época decembrina y es un atractivo, desde 1967, tanto para residentes como para muchos visitantes de otros estados", dijo Jaime Slomianski Aguilar, director general de Servicios Urbanos del Gobierno de la Ciudad de México.

Las pantallas son diseñadas para la proyección de marcas, publicidad digital exterior y en eventos deportivos. Esa tecnología será la que esté en uso en este renovado alumbrado decorativo en el que la tradición se moderniza sin perder su esencia. Slomianski recordó que la anterior iluminación era elaborada por trabajadores de alumbrado público del Gobierno del Distrito Federal, quienes de forma artesanal "pintaban a mano" los focos incandescentes y mediante diagramas iban "armando" los mosaicos. Pero este año por primera vez "la tradición se va a modernizar" ya que se utilizarán luces nuevas, lo que dará varias ventajas en su utilización.

"Antes, solo podíamos ver una figura, (una especie de rompecabezas de luz y sombra) y ahora con el movimiento de las pantallas podremos apreciar distintas figuras y mensajes, y además se ahorrará energía", indicó Slomianski.

Según datos del funcionario, un foco incandescente de los que se utilizaban antes consumía 10 watts y ahora un led solamente consumirá un watt, lo que representa "un ahorro del 90% del consumo de energía".

La operación de las pantallas se dará a través de un software especialmente diseñado y en las pantallas se apreciarán "distintas figuras de forma consecutiva y en determinado intervalo de tiempo". La tecnología es similar a la que utiliza en la publicidad que se coloca en los laterales de la canchas del fútbol profesional, especifica.

Iluminación del Zócalo de Ciudad de México. / EFE

Luces para rato

En las imágenes estarán los héroes de la Independencia y de la Revolución, así como distintas banderas que ha tenido México. Las pantallas se mantendrán en los lugares que tradicionalmente ocupan las luces en la Plaza de la Constitución.

Dos pantallas de 4.400 pixeles estarán en el edificio de Mercaderes y de Joyerías; dos de 8.800 pixeles en el edificio Virreinal del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, y una más, de 17.600 pixeles, se colocará en la Avenida 20 de Noviembre. Además, habrá una antorcha tridimensional que se colocará en la plaza a un costado de la Catedral Metropolitana.

Los equipos se podrán utilizar en los próximos eventos de alumbrado decorativo de los siguientes años tanto de septiembre como de diciembre y su vida útil se estima superior a los cinco años.

Junto con los miles de pixeles led, la construcción de las pantallas ocupó dos toneladas de varilla de tres octavos, 1.200 lámparas led, 1,5 toneladas de alambrón, 6.000 metros de festón y 10.000 metros de escarcha.

A pesar de esa renovación, los mosaicos de focos incandescentes seguirán utilizándose en calles y edificios representativos de la Ciudad de México, como en el Paseo de la Reforma y su cruce con Insurgentes, en la residencia presidencial de Los Pinos y en el Auditorio Nacional. También estarán en los edificios de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Fuerza Aérea y el Hospital Central Militar, así como en las sedes gubernamentales de las 16 delegaciones políticas del Distrito Federal.

El grito, la fiesta mexicana

La historia relata que en la noche del 15 al 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, nombrado el Padre de la Patria, inició el levantamiento armado para independizarse de España tras ser avisado de que la conspiración que fraguaba en la ciudad de Querétaro (centro del país) había sido descubierta.

Hidalgo dio el "Grito" emancipador en el pueblo de Dolores, en el estado de Guanajuato, a unos 300 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México. Actualmente, el "Grito" lo da el presidente a las 23.00 horas locales (04.00 GMT del 16) desde el Zócalo de la capital mexicana, escena que se repite con autoridades menores en la mayoría de la plazas públicas de los 2.457 municipios del país, así como en las distintas representaciones diplomáticas de México en el mundo.

"¡Mexicanos!, ¡Viva la Independencia Nacional!, ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad!, ¡Viva Hidalgo!, ¡Viva Morelos!, ¡Viva Allende!, ¡Viva la Corregidora!, ¡Viva Aldama!, ¡Viva Guerrero!", gritan las autoridades.

Los asistentes responden al unísono "¡Viva!", al tiempo que agitan banderas tricolores y el gobernante de turno repite varias veces el tradicional "¡Viva México!", en un acto que se transmite por radio y televisión, y que se cierra con fuegos artificiales y tañer de campanas.

El "Grito" es el pretexto ideal para reuniones en familia o con amigos, para lucir prendas con los colores verde, blanco y rojo, o comer los clásicos tacos mexicanos, las tostadas, los pambazos, las enchiladas, de mole y verdes, el guacamole o los chiles en nogada, considerado el plato patriótico por excelencia.

Y como para los mexicanos un festejo no es tal si no tiene música, las canciones de mariachi o rancheras inundan el país, que se refresca con aguas que tienen esencias de limón, horchata, jamaica y tamarindo, o tequila, mezcal y pulque, los tres destilados del agave.

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