Lavrov aboga por el diálogo en Libia durante reunión con Gobierno de Trípoli
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, abogó hoy por el fin de las hostilidades en Libia y la reanudación de las negociaciones entre las partes del conflicto durante una reunión en Moscú con una delegación del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA).
Según un comunicado de la Cancillería rusa, Lavrov mantuvo hoy un encuentro con el viceprimer ministro del GNA, Ahmed Mitig, y el ministro de Exteriores del Gobierno de Trípoli, Mohamed Taher Siala.
Las partes intercambiaron opiniones sobre los acontecimientos en Libia y Lavrov subrayó la necesidad de un pronto cese de hostilidades en el país y la organización de unas negociaciones entre todas sus fuerzas políticas.
Al hablar de la cooperación económica con Libia, el jefe de la diplomacia rusa expresó la disposición de las empresas rusas a reanudar su labor después de la normalización de la situación político-militar en ese país.
Lavrov también acentuó la necesidad de una pronta liberación de dos ciudadanos rusos detenidos en Libia en mayo de 2019 e indicó que su estancia en una cárcel de Trípoli es "el principal escollo" para el desarrollo paulatino de las relaciones entre las partes.
La reunión se produjo mientras las milicias a las órdenes del GNA sostenido por la ONU en Trípoli anunciaron el inicio de una ofensiva militar para tratar de reconquistar la ciudad de Tarhouna, base logística clave en el oeste de Libia de las tropas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país.
La ofensiva comienza apenas 24 horas después de que la ONU anunciara un acuerdo entre los contendientes para recuperar el diálogo bajo la antigua fórmula 5+5, es decir, cinco negociadores elegidos por cada parte.
La iniciativa busca por tercera vez poner fin a los intensos combates que se suceden en el país desde que en abril de 2019 Hafter levantara un cerco a la capital, que han causado la muerte a cerca de 1,800 personas -casi 400 de ellas civiles-, heridas a unas 20,000 más y obligado a más de 200,000 personas a abandonar sus hogares y convertirse en desplazados internos.
Las otras dos -un alto el fuego propuesto en enero por Rusia y Turquía, las dos potencias internacionales implicadas en el conflicto- y una tregua pedida por la ONU en marzo en el marco de la lucha contra la pandemia de la COVID-19 fracasaron al no ser respetadas por los contendientes, aunque ambos las aceptaron.