Juicio por derribo de MH17 se aplaza a junio para dar más tiempo a la defensa
El tribunal de alta seguridad de Schiphol, en Ámsterdam, suspendió este lunes hasta el próximo 8 de junio el juicio por el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014 en Ucrania a petición de la defensa, de forma que pueda ponerse al día con miles de documentos a los que acaba de lograr acceso.
Estaba previsto que los jueces escucharan hoy los argumentos de la defensa, pero después de treinta minutos, los jueces decidieron suspender todas las sesiones previstas en los próximos dos meses y medio para que los abogados de la defensa tengan la oportunidad de estudiar los archivos del caso, de más de 36 mil páginas, a los que acaban de tener acceso.
El objetivo de un aplazamiento de tanto tiempo es dar a la defensa el tiempo suficiente para analizar el caso y tener los mismos conocimientos que la Fiscalía, que lleva años investigando el derribo, y poder continuar el juicio en "igualdad de condiciones", explicó el juez presidente Hendrik Steenhuis.
Será el 8 de junio cuando la defensa de Oleg Pulátov, el único de los cuatro acusados que ha reconocido este proceso judicial enviando a un equipo de abogados para representarle ante la Justicia holandesa, tendrá la oportunidad de exponer sus argumentos para "demostrar la inocencia" del acusado y responder a las cuestiones de la Fiscalía.
Esta también ha pedido a los jueces que vean en persona los restos del avión derribado para entender cómo ha quedado la aeronave, que ha sido reconstruida en la medida de lo posible y que se encuentra en un hangar en la base de las Fuerzas Aéreas del municipio de Gilze en Rijen, en la provincia holandesa de Brabante Septentrional.
El tribunal quiere primero estudiar la necesidad de hacer algo así y lo que agregaría al proceso judicial, porque la Fiscalía también solicitó a los jueces escuchar el testimonio de varios testigos y pidió a los diferentes abogados en el caso aclarar si sus clientes están dispuestos a declarar ante el tribunal.
La crisis del coronavirus ha motivado que este proceso, considerado uno de los juicios más importantes del año y esperado desde el 17 de julio de 2014 por los familiares de las 298 víctimas, pasara a un segundo plano y se celebrara hoy sin la presencia de los más de 450 periodistas nacionales y extranjeros acreditados para su cobertura.
Este lunes, y como se pudo ver en la retransmisión en línea de la sesión, solo acudieron a la sala del tribunal tres jueces, un secretario, un fiscal y un abogado, y los magistrados estaban sentados manteniendo la distancia prescrita de un metro y medio uno del otro, con los dos jueces de reserva fuera de la sala.
Aunque los familiares de las víctimas no han podido asistir a esta sesión, la tercera desde que comenzó el proceso hace dos semanas, sus abogados recibirán parte del expediente penal para preparar sus argumentos, ya que tienen derecho a hablar ante el tribunal, y pueden discutir el contenido con los afectados, sin entregarles o permitirles leer los propios documentos, una medida para evitar filtraciones.
Hasta ahora, la Fiscalía se había opuesto a entregar una copia del archivo a los abogados de los familiares ante el riesgo de que lleguen a manos de la prensa, lo que podría interferir con la investigación y poner en peligro los argumentos penales.
A partir de junio, el tribunal también analizará cómo continúa el juicio porque, de momento, hay sesiones reservadas hasta marzo de 2021, pero, con todos los retrasos, se espera que el caso tome más tiempo del previsto.
La Justicia holandesa, que todavía no tiene identificadas a las personas que están directamente involucradas en el derribo del vuelo MH17, juzga a cuatro sospechosos, tres rusos -Ígor Guirkin (también conocido en Rusia y Ucrania bajo el apellido Strelkov), Serguéi Dubinski y Oleg Pulátov- y un separatista ucraniano, Leoníd Járchenko.
A excepción de Pulátov, no se espera que ninguno de los otros tres dé su testimonio ante este tribunal.
El 17 de julio de 2014, un avión de Malaysia Airlines que partió del aeropuerto de Schiphol-Amsterdam con destino a Kuala Lampur fue alcanzado por un misil desde una zona del este de Ucrania, territorio controlado por los separatistas ucranianos prorusos.
El disparo provocó el derribo de la aeronave y la muerte de todos los pasajeros y la tripulación, en su mayoría holandeses, una tragedia en la que Rusia niega tener cualquier participación.