Jefa de seguridad de Casa Blanca acepta fallas
WASHINGTON (AP) — En medio de críticas duras desde el Congreso, la directora del Servicio Secreto aceptó el martes toda la responsabilidad por las fallas de seguridad en la Casa Blanca que ocasionaron que un hombre con un cuchillo llegara hasta la mansión presidencial y recorriera parte de ésta antes de ser sometido.
"Es inaceptable", admitió Julia Pierson a los legisladores, luego de revelar también que en lo que va de este año seis personas han saltado la reja, incluso uno apenas una semana antes de que se metiera el ex combatiente Omar J. González el 19 de septiembre.
La funcionaria compareció el martes ante la Comisión de Reforma y Supervisión de Gobierno de la Cámara de Representantes. Sin embargo, la promesa que hizo para revisar la forma como la agencia protege al presidente dejó inconformes a los legisladores de ambos partidos. Con detalles clave de la extraordinaria intromisión todavía siendo un misterio 11 días después, varios congresistas están pidiendo que la agencia sea sometida a una investigación independiente.
"Deseo ante Dios que usted proteja a la Casa Blanca como protegió este día su reputación", dijo a la funcionaria el legislador demócrata Stephen Lynch.
Tranquila pero a la defensiva durante su testimonio, Pierson reveló que al menos dos uniformados reconocieron al intruso de un incidente ocurrido días antes, pero no se le acercaron y tampoco reportaron su presencia a sus superiores.
El 25 de agosto, González fue detenido cerca de la reja de la Casa Blanca por portar un hacha pequeña, dijo la funcionaria. Semanas después, agentes lo observaron "por unos momentos" pero nunca intervinieron. Días después fue cuando el ex combatiente se metió a la Casa Blanca.
Poco antes del incidente el presidente Barack Obama y sus hijas se habían ido a Camp David. La primera dama Michelle Obama se había retirado mucho antes.
"El hecho es que el sistema está descompuesto", declaró el presidente de la comisión Darrell Isa. "Un intruso llegó hasta la puerta principal de la Casa Blanca y eso es inaceptable".
No sólo eso, agregó, sino que el intruso penetró al menos cinco círculos de seguridad que protegen lo que se supone es una de las propiedades más seguras del mundo.
"¿Cómo sucedió eso?", preguntó. "Esta falla ha puesto a prueba la confianza del pueblo estadounidense en el Servicio Secreto, una confianza que claramente depende de proteger al presidente". Sin embargo, fue hasta ahora que los legisladores conocieron la gravedad del incidente.
El legislador republicano Jason Chaffetz dijo el lunes que su comisión se enteró que el intruso corrió dentro de la Casa Blanca hasta el Salón Este cerca de las puertas que llevan al Salón Verde antes de ser aprehendido. También se reportó a los legisladores que el intruso González eludió a un guardia que está de planta dentro de la Casa Blanca.
"Me preocupa que en los últimos años los problemas de seguridad han empeorado, no mejorado", subrayó Chaffetz.
Después de que González se metiera, el vocero del Servicio Secreto Ed Donovan dijo a The Associated Press que el intruso no estaba armado, una aseveración que fue desmentida al día siguiente, cuando las autoridades reconocieron que el ex militar tenía un cuchillo con él cuando fue detenido.
No está claro si el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson estaba totalmente al tanto del incidente.
El gobierno informó sobre el incidente al personal de la Comisión Judicial del Senado una semana después de ocurrido y nunca dijeron hasta dónde entró González, dijo un funcionario legislativo que no dio su nombre por no estar autorizado a hablar del tema.
Desde el incidente, la Casa Blanca se ha andado a tientas. Aunque el portavoz presidencial Josh Earnest reconoció que el presidente "obviamente estaba preocupado" por la intromisión, nuevamente expresó su confianza al Servicio Secreto este lunes.
No es la primera vez que el Servicio Secreto está en el ojo del huracán. En 2012, el antecesor de Pierson, Mark J. Sullivan, se disculpó ante los legisladores después de que se dio a conocer que 13 agentes y funcionarios de rango superior del grupo de avanzada del presidente para una cumbre en Colombia pasaron una noche de juerga. Sullivan se retiró unos 10 meses después.