Irlanda del Norte busca a los desaparecidos de los años de plomo

Irlanda del Norte busca a los desaparecidos de los años de plomo
Afp
12 2014 - 08:15

En una remota ciénaga de Irlanda, los investigadores buscan con la ayuda de un radar y un perro rastreador el cadáver de una víctima del IRA asesinado y enterrado en secreto en 1972.

"No es que estemos buscando una aguja en un pajar. De hecho, estamos buscando el pajar antes de empezar", explica a AFP el líder de la investigación, Geoff Knupfer. Muchas de las personas que participan en la búsqueda son expolicías como Knupfer, un detective retirado. Hacen su trabajo para una agencia creada como parte del proceso de paz en Irlanda del Norte y que actúa en respuesta a información anónima.

"Estamos tratando de darle consuelo a las familias, que viven una situación terrible porque sus seres queridos desaparecieron literalmente de la faz de la tierra", dice Knupfer, abrochándose la chaqueta por el frío intenso.

Su última búsqueda es la del cuerpo de Joe Lynskey, una de las 16 personas secuestradas por grupos armados durante el largo conflicto entre católicos republicanos —partidarios de que Irlanda del Norte deje de ser británica y se una a Irlanda— y protestantes unionistas —defensores de seguir en el Reino Unido.

Seis de las 16 víctimas de este conflicto que duró tres décadas, y que aquí se conoce simplemente como 'los disturbios' ('the troubles'), aún no han sido halladas.

Poco después del histórico acuerdo de paz en 1998, se creó la Comisión Independiente de Investigación de Restos de las Víctimas (ICLVR).

La búsqueda de Lynskey llega dos meses después que la Comisión encontrara otra víctima, Brendan Megraw, 36 años después de su desaparición, en una ciénaga vecina. "Después de que lo encontraran, bajamos al lugar y no podía dejar de pensar en lo que él pensó en aquel momento, que nunca iba a volver a su familia, así que nos sentimos aliviados de que al fin esté en casa", dijo a AFP Kieran, hermano de Brendan Megraw, después de darle sepultura. Se cree que Lynskey y otras dos víctimas "desaparecidas" están enterrados en la misma zona donde se encontró a Megraw, en la República de Irlanda, a una hora y media de la capital norirlandesa, Belfast, al otro lado de la frontera.

- ¿Por qué no hasta ahora? -

La legislación en que se basa el trabajo de la Comisión, promulgada tanto en Gran Bretaña como en Irlanda, no tiene precedentes. Los informantes no pueden identificarse y ninguna de las pruebas que se descubran pueden usarse en los tribunales. "Nadie ha sido acusado, detenido o condenado como resultado de la información transmitida a la Comisión", dijo Knupfer.

En la búsqueda de Linskey participan Mick Swindells y su perro Ronnie. "Este tipo de búsquedas son muy difíciles por la antigüedad de los restos", dice el entrenador de perros-policía retirado.

El área de búsqueda remota y pantanosa es accesible sólo por carreteras estrechas y era aún más inaccesible en el momento de los asesinatos.

"Es muy triste y también es triste que haya llevado tanto tiempo", dice Margaret Cummins, la mujer cuya familia es propietaria de la tierra que se está rastreando. "¿Por qué no ha ocurrido hasta ahora?", se pregunta.

- "LO ÚNICO QUE QUIERO ES QUE VUELVA A CASA" -

El proceso de paz ha animado a la gente a presentar información que pueda ayudar a resolver los misterios de un conflicto en el que 3.000 personas murieron y cuyas heridas siguen abiertas.

De las 16 víctimas desaparecidas, según el mandato de la Comisión, el IRA se atribuyó la responsabilidad por el asesinato de 13. De las otras tres, una murió a manos del Ejército de Liberación Nacional Irlandés (INLA) y nadie ha asumido la responsabilidad de las otras dos.

Maria Lynskey, sobrina de Joe, dijo que su familia sólo se enteró hace cuatro años de que era uno de los desaparecidos, porque les habían dicho que había emigrado a Estados Unidos. "Sólo quiero que vuelva a casa. Sólo quiero que vuelva con su madre. Todas las madres necesitan a sus hijos y la suya los necesita", explica a AFP Lynskey.

Antiguo monje cisterciense y voluntario del IRA —el Ejército Republicano Irlandés, el grupo armado católico y republicano— Lynskey fue asesinado por sus compañeros después de un juicio sumario por romper las reglas de la organización.

Sólo uno de los desaparecidos murió fuera de la isla de Irlanda, Seamus Ruddy, de 32 años, asesinado por otro grupo republicano, el Ejército de Liberación Nacional Irlandés en París en 1985, cuando trabajaba como profesor de Inglés. Ha habido dos búsquedas infructuosas de Seamus en un bosque cerca de Rouen (Francia), la última en 2008.

"Lo único que queremos es encontrarlo, que vuelva a Irlanda y darle cristiana sepultura", explica a AFP Anne Morgan, la hermana de Seamus. "Tenemos que enterrar a nuestro hermano".

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