Haití clama por ayuda y teme por enfermedades una semana después del huracán
Una semana después del paso del huracán Matthew, una amplia región de Haití continúa sumergida en una estela de destrucción que demanda de ayuda urgente para evitar el rebrote de enfermedades como el cólera, que dejó miles de muertos tras el terremoto de 2010.
Varios países como EE.UU., España o la vecina República Dominicana han enviado ayuda a Haití y otros la han prometido desde el pasado martes cuando el potente huracán descargó su furia, especialmente en el sur, pero la falta de infraestructura y de logística ha hecho que la misma se reparta a cuentagotas.
Las quejas no se han hecho esperar y los afectados, que se cuentan por miles, se quejan de la escasa o lenta ayuda.
Un ejemplo de esta situación se vive en Dame Marie, en el sur, que sigue sin comunicación con el resto del país, y donde se multiplican los reclamos por parte de los afectados de Matthew, que dejó cientos de muertos y miles de damnificados.
Según el alcalde de esta zona, Michel Guerlince, de momento no cuentan "con nada para repartir" a las víctimas y señala que en los próximos días, si no hay agua y comida "puede pasar lo peor".
En declaraciones a Efe, Guerlince dijo que el Gobierno y la comunidad internacional han abandonado esta zona.
Por su lado, Andre Joseph, padre de cuatro niños, dijo que si bien sobrevivieron al huracán, no sabe si podrán "sobrevivir al hambre".
"No tenemos agua y el único centro de salud de la zona no tiene capacidad ni suficientes doctores para la población", se quejó.
Centenares de habitantes de esta localidad pasan el día en un terreno de fútbol donde esperan que alguien llegue con algún tipo de ayuda.
Más del 70 % de las casas de Dame Marie perdieron sus tejados y la mayoría de las plantaciones quedó totalmente destruida.
Igual situación se vive en la ciudad de Jeremie, al suroeste de Haití, donde la tarea de llegar por carretera constituye toda una gesta, lo que dificulta el reparto de la ayuda humanitaria.
De acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cerca de 30.000 personas en Jeremie no tienen acceso a agua potable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó hoy de que la provisión de agua potable entre las víctimas del huracán Matthew en Haití es la única manera de evitar una nueva epidemia de cólera en este país, donde este desastre ha coincidido con un fuerte aumento de infectados.
La organización ha desplegado un equipo de ochenta especialistas en distintas áreas para evaluar la situación sanitaria en el país y prestar apoyo a las autoridades haitianas.
Por su parte, la ONG Médicos Sin Fronteras está preparando el envío de cuarenta especialistas sanitarios.
Según OCHA, 129 personas están hospitalizados por casos sospechosos de cólera, de ellos, 78 en Anse d'Hainaut, 40 en Jeremie, y 11 en Beaumont.
En el hospital de Jeremie hay alrededor de 1.500 heridas por el fenómeno y los centros de tratamiento del cólera se vieron afectados por el huracán y necesitan reparaciones tan pronto como sea posible.
Una semana después que el huracán Matthew golpease Haití, más de 100.000 niños perderán clases porque al menos 300 escuelas sufrieron daños y muchas otras se han convertido en albergues temporales, según informó Unicef.
La ONU pidió ayer 119,9 millones de dólares para asistir a los afectados por el ciclón, que cifra en 1,5 millones de personas.
Más del 19 % de la población de Haití -2,1 millones de personas- se ha visto afectada por el huracán y más del 12 % -1,4 millones de personas- necesita asistencia urgente en diferentes departamentos del país, sobre todo en los departamentos del sur y de Grand'Anse.
La financiación es vital para apoyar los esfuerzos de las autoridades de Haití y la sociedad civil para cubrir las necesidades fundamentales de las poblaciones afectadas, tales como agua potable, alimentos y refugio, para prevenir enfermedades infecciosas, señaló la ONU.
Las últimas cifras provisionales divulgadas ayer por Protección Civil y que hasta ahora no se han actualizado revelan que Matthew causó 372 muertos, 4 desaparecidos, 246 heridos y 175.000 personas desplazadas y alojadas en 224 refugios.
Sin embargo, fuentes de organismos de socorro y autoridades locales aseguraban el viernes pasado que las víctimas mortales sobrepasan las 800 personas.
El huracán obligó a las autoridades electorales a aplazar los comicios generales previstos para el 9 de octubre.