La guerra de los libros de texto en el país de Malala

La guerra de los libros de texto en el país de Malala
Afp
10 2014 - 14:30

Yihad en vez de Karl Marx, velo por falda: un proyecto de reislamización de los manuales escolares sacude el país de la joven defensora de la educación Malala Yousafzai, una señal de que el país sigue buscando su identidad.

Malala, de 17 años, recibió el miércoles el Premio Nobel de la Paz por su combate contra el extremismo y en favor de la educación de las niñas en el noroeste de Pakistán, cuna de los talibanes que trataron de asesinarla hace dos años.

Es un enorme desafío porque más de cinco millones de niños pakistaníes no van a la escuela, según la ONU, y esta cifra sube a casi 25 millones si se cuenta a los que dejan los estudios en la adolescencia, según la ONG local Alif Ailaan.

Pero el debate más candente actualmente es sobre el contenido de los libros de texto, un tema explosivo en este país musulmán de 180 millones de habitantes que desde su nacimiento en 1947 está dividido entre liberales adeptos a la democracia y conservadores partidarios de la ley islámica.

El gobierno de Khyber Pakhtunkwha (KPK), la provincia del noroeste, desea "reislamizar" estos libros bajo la presión del Jamaat-e-Islami (JI), un partido islamista de la coalición en el poder en la región, liderada por el PTI de la exestrella del cricket Imran Khan.

"Hay en los manuales actuales errores que van en contra de nuestros valores", explica a la AFP Inayatula Khan, ministro provincial del JI.

El proyecto prevé reintroducir versos del Corán sobre la "yihad" (el deber de "lucha" o "resistencia" religiosa) y la creación divina del mundo en el programa académico científico.

Pretende dar marcha atrás a las innovaciones de la última reforma escolar, en 2006, cuando las autoridades "retiraron capítulos religiosos en libros de ciencias sociales" para reemplazarlos por otros "sobre Nelson Mandela, Karl Marx, Marco Polo, Vasco de Gama y Neil Armstrong", denunció el ministro.

Prevé retirar también de los libros de primaria "las fotos de jovencitas y niñas sin velo". "Vivimos en una sociedad islámica, las chicas aquí no llevan falda", insiste Inayatula Khan.

Este proyecto, confirmado por el ministro provincial de Educación, afecta a la enseñanza en las escuelas públicas y en las privadas que no tienen medios para producir sus propios manuales, es decir la mayoría de los alumnos de la provincia.

Los liberales por su parte, denuncian, a imagen del diario en inglés Daily Times, un riesgo preocupante de "yihadización" de las mentes influenciables de la juventud local.

"Estamos ferozmente opuestos a estos elementos yihadistas en el programa escolar, hemos planteado el problema en múltiples ocasiones en la Asamblea" pero la coalición en el poder decidió otra cosa, lamenta Sardar Husain Babak, portavoz del partido liberal de oposición ANP.

A partir de los años 1960, el poder puso énfasis en el islam en los manuales escolares, un movimiento que se aceleró en los 1980 con la dictadura militar islamista y se perpetuó bajo la batuta de pequeños partidos religiosos influyentes.

- Sharif contraataca -

En reacción al proyecto del gobierno de KPK, el primer ministro Nawaz Sharif ordenó a la comisión de Educación Superior que enmendara los manuales escolares de la primaria a la universidad para promover el legado "democrático", más que religioso, de este país cuya historia está jalonada de golpes de Estado.

Pero en Pakistán las que redactan los libros de texto son las provincias, entre otras cosas para que tengan en cuenta los particularismos culturales y lingüísticos locales.

"Hay mucha confusión en este momento" porque algunas provincias rechazan que el gobierno central participe en la redacción de los manuales, explica A.H Nayyar, historiador de los libros de texto.

Los liberales ya critican los manuales por reescribir la historia de manera exageradamente nacionalista, en particular los conflictos con India, y por no proteger a las minorías.

En un estudio de 100 manuales escolares pakistaníes, la comisión estadounidense de libertades religiosas estimó hace unos años que las minorías, sobre todo los hindúes, estaban descritos como ciudadanos "de segunda", a veces incluso como "enemigos del islam".

Algunos de los países occidentales que donan cada año varias decenas de millones de dólares al sector de la educación en el noroeste se preocupan en privado de que su ayuda sirva para financiar una "reislamización" de la enseñanza.

Otros creen que es solo una deriva "populista" con pocas posibilidades de llegar a un resultado a corto plazo. Tras la última reforma, las autoridades tardaron casi siete años en reimprimir y distribuir los manuales enmendados, según un diplomático occidental.

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