El Papa pide evitar "rigidez" en la confesión

papa Francisco (i), junto a dos sacerdotes capuchinos. / EFE
Efe
09 2016 - 13:01

El papa Francisco recibió hoy martes en audiencia a los misioneros que enviará por todo el mundo para confesar y les recomendó acoger a todos y evitar "la rigidez" en el confesionario, porque supone "un daño grave" a la fe.

"No podemos correr el riesgo de que un penitente no perciba la presencia materna de la Iglesia que lo acoge y lo ama. Si decayese esta percepción, a causa de nuestra rigidez, sería un daño grave en primer lugar a la fe misma", aseguró ante cientos de misioneros.

Añadió: "Además limitaría mucho su sentimiento de comunidad. Nosotros, por contra, estamos llamados a ser expresión viva de la Iglesia, que como madre acoge a cualquiera que se apoya en ella".

Esos sacerdotes misioneros, 1.142 en total, cuentan con la autorización del pontífice para perdonar pecados tradicionalmente reservados a la Sede Apostólica, como el aborto, tal como anunció el propio papa el pasado 1 de septiembre.

Francisco se salió hoy del discurso programado para recordar algunos testimonios de personas que se han lamentado de las riñas recibidas por parte de sus sacerdotes en el momento de la confesión.

"Decían: 'He ido una vez, pero el cura pero me ha reñido, y el cura me ha hecho preguntas un poco oscuras, de curiosidad'. Por favor, ese no es un buen pastor, es un juez", criticó.

"A mi me gusta decir: 'Confesor, si no sientes que eres padre, no vale la confesión, es mejor que hagas otra cosa'. Porque se puede hacer mucho mal a un alma si no es acogida con corazón de madre, con el corazón de la madre Iglesia", manifestó.

Por otro lado, el pontífice aconsejó que "cualquiera que sea el pecado que sea confesado, cada misionero está llamado a recordar su propia existencia de pecador y a ofrecerse humildemente como 'canal' de misericordia de Dios".

"No estamos llamados a juzgar con sentido de superioridad, como si nosotros fuéramos inmunes al pecado (...). Ser confesor supone cubrir al pecador con la manta de la misericordia para que no se avergüence y recupere la alegría de su dignidad filial", dijo.

Francisco recordó que "no es con la maza del juicio con lo que se recupera a la oveja descarriada al rebaño sino con la santidad de vida" que, a su juicio, "es principio de renovación y de reforma de la Iglesia".

También recordó el sentimiento de "vergüenza" que se siente en el momento de la confesión, algo que en su opinión "no es fácil" de superar.

"No es fácil situarse ante otro hombre, aún sabiendo que representa a Dios, y confesar el propio pecado. Se siente vergüenza tanto por el hecho cumplido como por tener que confesárselo a otro hombre. La vergüenza es un sentimiento íntimo que incide en la vida personal y exige por parte del confesor una actitud de respeto y ánimo", añadió.

Asimismo, para subrayar la importancia de la confesión, el papa argentino recordó su experiencia en el confesionario un 21 de septiembre de 1953 que "reorientó" su vida.

Mañana, Miércoles de Ceniza, el papa Francisco enviará a estos "misioneros de la misericordia" a las diócesis de todo el mundo para que confiesen a los fieles, una de las novedades del Año Santo Extraordinario, vigente hasta el próximo 20 de noviembre.

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