La UE buscará en la cumbre de Malta una respuesta coordinada al desafío de Trump
Los países de la Unión Europea buscarán el viernes una respuesta "coordinada" al desafío que implica la nueva administración estadounidense del presidente Donald Trump, en una cumbre informal que abordará también el modo de frenar la inmigración por el Mediterráneo y la futura UE tras el "brexit".
En la primera reunión desde la toma de posesión de Trump como presidente de EE.UU., los líderes de los Veintiocho tratarán de transmitir un "mensaje de unidad" frente a los temores que suscita en Europa el nuevo Gobierno estadounidense, por el posible cambio en las relaciones transatlánticas.
El asunto se abordará durante el almuerzo de los líderes y responde a la preocupación existente entre los Estados miembros y las instituciones europeas, que en la última semana han criticado con mayor o menor firmeza las primeras decisiones del nuevo presidente de EE.UU.
Mientras el presidente francés François Hollande ha emitido un mensaje duro contra Trump, Merkel ha adoptado una postura más comedida y otros países, entre los que figura España, consideran que es preferible "no entrar en una hiperreacción".
Sin embargo, no se espera que los líderes europeos emitan en la cumbre ninguna condena, ni siquiera que hagan referencia explícita a la administración estadounidense, sino que transmitan un mensaje que incida en los valores europeos frente al populismo y en los elementos que unen a los Estados miembros, según fuentes europeas.
Además del "efecto Trump", los líderes de los Veintiocho debatirán el viernes en una primera sesión de trabajo la dimensión exterior del fenómeno migratorio, y en particular la manera de centrar los esfuerzos en Libia y países vecinos para frenar las llegadas de inmigrantes a través de la ruta del Mediterráneo central.
En particular, se espera que emitan una declaración con pasos para combatir ese fenómeno, sobre la base de las medidas propuestas recientemente por la Comisión Europea que incluyen ampliar las actividades de formación de guardacostas libios para reforzar la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos en el Mediterráneo.
La ruta central de ese mar se ha convertido en la principal vía de entrada de los inmigrantes irregulares en la UE, con 180.000 llegadas a territorio europeo en 2016, en su mayoría a través de Italia.
Cerca del 90 % de esos inmigrantes salieron desde Libia, donde la inestable situación política y económica favorece la actuación de las mafias de traficantes.
El objetivo de los líderes es establecer un modelo tan efectivo como el acuerdo con Turquía para reducir drásticamente los flujos migratorios, según fuentes europeas.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han alertado en los últimos días ante la posibilidad de que la UE decida devolver a Libia a inmigrantes llegados a suelo europeo, y han recordado que la legislación internacional prohíbe los retornos a los países donde las personas puedan correr riesgos graves.
Por último, la sesión de la tarde de la cumbre, en la que no participará la primera ministra británica, Theresa May, se dedicará a preparar el documento que se quiere aprobar en la cumbre de Roma del próximo 25 de marzo, para conmemorar el 60 aniversario del Tratado que sentó los cimientos de la UE.
En esa reunión en Italia se pretende establecer una hoja de ruta sobre la futura UE, tras la salida del Reino Unido.
En particular los líderes buscarán reafirmar los valores de la UE en un documento que no cree división entre las delegaciones y con el que todos los Estados miembros se sientan "cómodos", según fuentes diplomáticas.