Sánchez insiste en que es la única alternativa al bloqueo político en España
El jefe del Gobierno español en funciones y líder socialista, Pedro Sánchez, pidió este jueves el apoyo de otras fuerzas políticas para salir "cuanto antes" del bloqueo político y porque su proyecto de Gobierno de coalición progresista es la única alternativa posible.
Sánchez, que está buscando apoyos para su acuerdo con la formación izquierdista Unidas Podemos, recalcó que ese Gobierno es "la única posibilidad que existe" según dijeron los españoles en las elecciones del domingo pasado.
Por ello, urgió a la "responsabilidad" de los demás dirigentes políticos para lograr "una salida a la crisis de gobernabilidad" que vive España, que ha celebrado cuatro elecciones generales en cuatro años.
Los comicios del pasado domingo dieron de nuevo al Partido Socialista (PSOE) de Sánchez una victoria sin mayoría absoluta (120 de 350 escaños) y con un Congreso muy dividido en el que será muy complicado lograr apoyos suficientes para formar Gobierno.
"Tenemos que salir del bloqueo y tenemos que tener un gobierno cuanto antes", recalcó Sánchez en una comparecencia conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Pedro Sánchez y el líder de UP, Pablo Iglesias, anunciaron el pasado martes un acuerdo para formar un Gobierno de coalición progresista.
Ese pacto solo reúne a 155 diputados por lo que necesita apoyos suficientes de otras formaciones políticas en forma de votos afirmativos o abstenciones en una moción de investidura que sería en diciembre.
LA DERECHA DA UN PAPEL CLAVE A LOS PARTIDOS CATALANES
Las tres formaciones del centro derecha a la ultraderecha (Ciudadanos, Partido Popular y Vox) ya anunciaron su oposición, por lo que PSOE y UP están apostando a que alguno de los dos principales partidos independentistas catalanes (ERC y JxCat) al menos se abstengan en la votación de una moción de investidura a Sánchez.
ERC, un partido de izquierdas, fue sondeado hoy en una reunión que su líder en el Congreso, Gabriel Rufián, mantuvo con la "número tres" del PSOE, Adriana Lastra, pero el partido catalán señaló a la conclusión que mantiene el "no" al proyecto de gobierno de coalición, aunque continuarán los contactos.
Tras conocer esa respuesta, Sánchez recordó a ERC que el PSOE y UP son "las únicas fuerzas" nacionales que apuestan por el diálogo "dentro de la Constitución" para resolver la "crisis política" en la región de Cataluña, donde en los últimos años se ha desarrollado una importante tensión independentista.
Por tanto, emplazó a todo aquel que se opone a su investidura "tendrá que explicar qué solución propone".
Y también recordó que en estas últimas elecciones los partidos independentistas catalanes obtuvieron en Cataluña muchos menos votos que las formaciones opuestas a la independencia (1,64 frente a 2,08 millones).
La rama catalana de UP insistió hoy en pedir a ERC que cambie de opinión porque "sería muy difícil de entender" que un partido izquierdista bloquease un Gobierno progresista, según afirmó la diputada Jèssica Albiach.
EN EL PP NO TODOS ENTIERRAN LA "GRAN COALICIÓN"
Mientras tanto, en el conservador Partido Popular sigue habiendo algunas voces que piden explorar una posible colaboración con los socialistas, aunque estos dicen haber descartado la fórmula de la "gran coalición".
El presidente de la región de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que es también uno de los líderes más influyentes del PP, insistió hoy en su posición de que este partido establezca una cooperación con los socialistas para frenar el acuerdo con UP, apoyado por nacionalistas.
"Es necesario que PSOE y PP hablen para parar el acuerdo" que prevé un gobierno de coalición de izquierda, dijo Núñez Feijóo en unas declaraciones, en las que consideró que un gobierno con Podemos y apoyado por nacionalistas e independentistas sería "letal para la España constitucional".
Pero la opinión mayoritaria en la principal formación de la derecha española sigue estando en contra de Sánchez y de su cooperación con Iglesias, que requeriría el apoyo de varios partidos izquierdistas y nacionalistas, algo que se llama coloquialmente como "Gobierno Frankenstein".