Rusia tacha de "parcial" y "política" la investigación sobre la catástrofe del avión malasio
Rusia calificó hoy de "parcial" y "política" la investigación realizada por las autoridades holandesas sobre el derribo en julio de 2014 de un avión de Malaysia Airlines con casi 300 personas abordo en la región ucraniana de Donetsk.
"Rusia está dispuesta a presentar todos los datos en su poder (...), ya que consideramos que la investigación, cuyos resultados fueron publicados hoy, tiene un carácter parcial", dijo el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, a medios locales.
El diplomático consideró "lamentable" que, pese a los numerosos llamamientos rusos a completar una investigación "imparcial", la parte holandesa no tuviera en cuenta en ningún momento la información de primera mano aportada por Rusia.
En su opinión, "son evidentes los intentos de presentar conclusiones parciales y, en resumen, de cumplir con un determinado encargo político".
El Consejo de Seguridad de Holanda concluyó hoy que el aparato fue derribado por un misil Buk de fabricación rusa disparado desde una zona controlada por los rebeldes prorrusos en medio del conflicto en el este de Ucrania.
En el avión viajaban 298 personas, de los que 193 eran víctimas holandesas, así como otros 27 australianos, 44 malasios, 12 indonesios, 4 belgas, 4 alemanes, 9 británicos, 3 filipinos, 1 canadiense y 1 neozelandés.
"El vuelo MH17 se estrelló como resultado de una detonación de un misil fuera del aparato en la parte izquierda de la cabina de mando", señaló en rueda de prensa el presidente del Consejo de Seguridad de Holanda, Tjibbe Joustra.
Joustra precisó que el misil fue un Buk, de fabricación rusa, concretamente del tipo 9N314M, disparado desde un área de 320 kilómetros en la zona este de Ucrania, controlada por rebeldes prorrusos.
En respuesta, el consorcio ruso de defensa antiaérea Almaz-Antei, fabricante de los misiles Buk, afirmó hoy que el misil que derribó el Boeing malasio fue lanzado desde una localidad controlada por las fuerzas ucranianas.
"Podemos decir sin ninguna duda que si el Boeing fue derribado con un sistema antiaéreo Buk, recibió el impacto de un misil 9M38 lanzado desde la localidad de Zaróschenkoye, controlada por las fuerzas ucranianas", dijo un responsable de Almaz-Antei, Mijaíl Malishevski.
Esta conclusión se basa en los resultados de un simulacro real realizado con un Il-86, lo que llevó a Almaz a asegurar que, a la vista de trayectoria del misil, el Boeing fue derribado por un misil lanzado desde una zona controlada por las fuerzas gubernamentales.
Además, informaron de que el último misil Buk 9M38 fue fabricado por la URSS en 1986 y su vida útil era de 25 años, por lo que su utilización fue prohibida en las filas del Ejército ruso.
"Personalmente, yo no tengo ninguna duda de que ésta fue una operación de derribo del avión MH17 de la aerolínea malasia planificada por los servicios secretos rusos", aseguró por su parte el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk.
Subrayó que el ataque "se perpetró desde territorio controlado exclusivamente por los guerrilleros rusos y, no hay duda alguna, de que separatistas borrachos no saben manejar los sistemas Buk".
"Esto significa que esos sistemas fueron manejados exclusivamente por militares rusos", dijo.
Yatseiniuk adelantó que Ucrania presentará hoy los resultados de su investigación sobre la catástrofe.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, abordó también hoy este asunto telefónicamente con el primer ministro holandés, Mark Rutte, reunión en la que se trató la creación de un mecanismo para que los culpables de la catástrofe comparezcan ante la Justicia.
Desde un principio, Kiev acusó a los separatistas prorrusos de abatir al avión con un misil Buk, de fabricación rusa, algo que niegan tanto los insurgentes como Moscú, que acusan por su parte a Kiev de abatir el aparato con uno de sus cazas.