El rompecabezas del reparto de altos cargos de la Unión Europea
La Unión Europea (UE) está inmersa en la renovación de toda su cúpula de poder tras las elecciones europeas y después de la cena informal de este martes ya están en marcha los contactos entre países para forjar alianzas y resolver un puzzle de nombres, cualificaciones y altos cargos.
Sobre la mesa hay varios nombres válidos para cada uno de los cargos, pero el auténtico rompecabezas será encajar un paquete de candidatos que cumpla con el equilibrio entre países grandes y pequeños, del Norte, Sur, Este y Oeste, de afiliación política -con tres grandes familias en liza- y de género, con la voluntad de que al menos dos de los cinco grandes cargos en juego sean para mujeres.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, liderará unas negociaciones en los que cada familia política tendrá dos representantes de sus intereses: los populares, Krisjanis Karins (Letonia) y Andrej Plenkovic (Croacia); los socialistas, Pedro Sánchez (España) y Antonio Costa (Portugal), y los liberales, Charles Michel (Bélgica) y Mark Rutte (Holanda).
Presidente de la Comisión Europea
La presidencia del Ejecutivo comunitario es la joya de la corona de los cargos en juego en los próximos meses. Es la posición más política, mediática y disputada, y los tres grupos mayoritarios defienden la valía de sus cabezas de lista, pero los países no descartan nominar a un candidato fuera de los que han encabezado la campaña de cada partido.
Salvo los liberales, la mayoría de los grupos del Parlamento cierran filas en torno al sistema de "Spitzenkandidaten" y descartan en principio apoyar a alguien que no haya liderado la lista de su partido, como sí han hecho Manfred Weber (populares), Frans Timmermans (socialdemócratas) y Margrethe Vestager (liberales).
En la cumbre de este martes, los jefes de Estado populares se ajustaron a la línea de su partido, mientras que los socialistas y liberales mantuvieron varios encuentros informales que dejan entrever una alianza para intercambiarse apoyos para diferentes puestos.
Pese a no haber hecho campaña y no ser candidatos oficiales, en Bruselas suenan también los nombres de Michel Barnier, que lleva meses en contacto cercano con todos los líderes de la UE en su papel de jefe negociador del "brexit", y Kristalina Georgieva, exvicepresidenta de la Comisión búlgara que se convirtió en presidenta interina del Banco Mundial en 2017.
Presidente del Consejo Europeo
Para sustituir el polaco Donald Tusk, la principal regla no escrita es que el candidato debe tener experiencia al más alto nivel ejecutivo en algún Estado miembro.
Este criterio dificulta que aparezcan muchos nombres de mujeres, que en la actualidad solo ocupan tres de las veintiocho sillas del Consejo Europeo. Cumple el criterio la actual presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, y la ex primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt. La canciller alemana, Angela Merkel, se autodescartó recientemente para este cargo.
Lo mismo hizo el primer ministro holandés, Mark Rutte, pero sí que sigue en las quinielas su homólogo belga, Charles Michel, que lo tiene complicado para repetir como jefe del Ejecutivo tras las elecciones en Bélgica.
Presidente del Parlamento Europeo
La elección del presidente de la Eurocámara no corresponde a los países sino al propio Parlamento, aunque su perfil se tendrá en cuenta a la hora de equilibrar su procedencia, afiliación y género con los del resto de nominados.
Tradicionalmente, la legislatura de cinco años se dividía en dos, que se repartían populares y socialistas, pero su gran coalición ya no suma la mayoría absoluta y es posible que entren en la terna de candidatos nombres de los liberales o los Verdes.
El líder liberal en el PE, el belga Guy Verhofstadt, podría presidir una de las dos mitades de la legislatura.
Presidente del Banco Central Europeo
Se trata del puesto menos alejado de los equilibrios que buscan los países para designar los cargos en juego. Tusk ha defendido que el sustituto de Mario Draghi
en Fráncfort sea un perfil "extremadamente independiente", por lo que queda fuera del esfuerzo para representar todas las afiliaciones políticas.
Por este motivo, este cargo puede jugarse como carta de cambio para representar a países que se queden fuera en el resto de puestos o que, como Francia y Alemania, estén interesados en el liderazgo del emisor europeo en un momento de desaceleración del crecimiento y en el que se plantea de nuevo la subida de los tipos de interés.
En las quinielas figuran el presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, y el gobernador del Banco de Finlandia, Olli Rehn.
Alto representante de la UE para la Política Exterior
Es un cargo de reciente creación y que en su formato actual solo han ocupado dos mujeres, la británica Catherine Ashton y la italiana Federica Mogherini, ambas de la familia socialdemócrata.
El grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, la República Checa y Eslovaquia) ha puesto sobre la mesa al actual vicepresidente de la CE, Maros Sefcovic, para ocupar la jefatura de la diplomacia europea, a cambio de lo que estos cuatro países podrían respaldar a Barnier o a Georgieva para la presidencia de la CE.