El rey Carlos III viaja a Francia para una visita de Estado
El rey Carlos III efectuará a partir del miércoles un esperado viaje a Francia, seis meses después de que disturbios y huelgas en el país galo forzaran el aplazamiento a última hora de su primera visita de Estado como monarca.
El viaje de tres días del jefe de Estado británico de 74 años y de la reina consorte Camila comenzará el miércoles en París y terminará en Burdeos, con un programa casi idéntico al previsto en marzo.
Contará con eventos ceremoniales con el presidente Emmanuel Macron, cuya reforma de las pensiones provocó el malestar social este año, pero también encuentros más informales con la población.
La pareja real, el presidente Macron y su esposa Brigitte serán recibidos en el Arco del Triunfo de París, donde depositarán coronas conmemorativas antes de iniciar una procesión por la avenida de los Campos Elíseos.
El presidente y la primera dama ofrecerán a Carlos y Camila un banquete en Versalles, el palacio al oeste de París símbolo de la monarquía francesa pero también de la sangrienta revolución republicana de 1789.
Otro momento destacado será el discurso, probablemente en francés, del rey Carlos a los legisladores en el Senado.
Varios de los compromisos giran en torno a cuestiones defendidas por ambas parejas, como el medioambiente y la sostenibilidad, la educación o el espíritu emprendedor de los jóvenes.
También habrá encuentros con la comunidad local y estrellas del deporte en el suburbio del norte de París, Saint-Denis, sede del estado nacional, donde se disputarán los Juegos Olímpicos de 2024.
Después el monarca se dirigirá a Burdeos, una ciudad del sudoeste francés gobernada en el siglo XII por su predecesor Enrique II y donde ahora viven 39.000 expatriados británicos.
Allí visitará unos viñedos orgánicos y se reunirá con bomberos que combaten contra los incendios forestales, exacerbados por el cambio climático.
- Refriegas diplomáticas -
A ambas orillas del canal, la visita se contempla como una celebración de siglos de relaciones entre ambos vecinos, cuyos políticos intentan reconstruir puentes después de refriegas por el Brexit.
La entente no ha sido tan cordial desde la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
El ex primer ministro británico Boris Johnson provocaba a menudo a Francia por todo tipo de cuestiones, desde las cuotas de pesca a las normas comerciales para la exportación de salchichas.
Johnson llegó a enviar dos barcos armados a las islas del Canal, dependencias de la Corona Británica frente a la costa francesa, en una disputa sobre las licencias de pesca.
La efímera sucesora de Johnson, Liz Truss, contribuyó poco a arreglar la relación cuando respondió que "el jurado está aún deliberando" a la pregunta de si Macron, aliado del G7 y la OTAN, era un amigo o un enemigo.
Pero el actual inquilino de Downing Street, Rishi Sunak, ha forjado mejores relaciones con su homólogo en el Elíseo, con quien comparte un bagaje en las finanzas y una inclinación por los trajes elegantes y las redes sociales.
Como jefes de Estado de una monarquía constitucional, los reyes y reinas británicos deben respetar una estricta neutralidad política.
Pero la política nunca queda al margen de las visitas de Estado y este viaje de Carlos acompaña a la estrategia más amistosa de Sunak hacia París.
"Normalidad"
Ed Owens, historiador de la monarquía y escritor, "son el as en la manga de la diplomacia (....) por encima de la política partidista del momento", como las persistentes tensiones entre Londres y París por el cruce de migrantes desde el norte de Francia al Reino Unido por el canal de la Mancha.
"Habrá cierta diplomacia informal", dice a la AFP Owens. Sin embargo, para él, el objetivo último es presentar a Carlos "como un rey ecologista más allá de las costas británicas".
Después de un primer año en el trono marcado por la estabilidad y la continuidad, más que por una reforma radical, la visita transmite "un enfoque de normalidad en la diplomacia real".
Carlos "se ha presentado como una figura algo más íntima, pero la monarquía sigue siendo en gran medida la monarquía de Isabel II", añade.
El monarca y Macron se habían reunido antes, la última vez durante la coronación del rey en mayo, y se les presume una "cálida relación".
El tributo del anglófilo presidente francés a Isabel II después de su deceso en septiembre del año pasado fue bien acogida en el Reino Unido. Luego, durante el funeral de Estado, invitó al nuevo rey a visitar Francia.
Debido al aplazamiento de la visita en marzo, la pareja real viajó a Alemania, donde visitó Berlín y Hamburgo.