Un refugio para servales abandonados en Francia
Los servales se venden en Francia entre 4.000 y 10.000 euros.
Saint-Martin-la-Plaine, Francia/Los servales Buzz, Thor y Sherkhan, pequeños felinos africanos comprados ilegalmente y luego abandonados por sus propietarios, fueron rescatados por un refugio para animales salvajes en el centro de Francia.
"Antes estuvieron de moda los bebés tigres y luego los bebés leones. Ahora están de moda los servales", se lamenta ante la AFP el veterinario Jean-Christophe Gérard, de 52 años. A bordo de un pequeño vehículo eléctrico, Gérard recorre diariamente el camino tortuoso que lleva de su lugar de trabajo, el zoológico de Saint-Martin-la-Plaine, hasta las jaulas de la asociación Tonga Terre d'Accueil.
Creado en 2008, este sitio de dos hectáreas sirve de refugio a cerca de un centenar de felinos y primates abandonados por particulares o circos. Desde 2021, hemos recibido "unos 30" servales, explica el veterinario. Actualmente se ocupa de una pequeña decena de esos felinos, primos lejanos del gato, de grandes orejas y pescuezo largo. Los otros fueron instalados en zoológicos. La asociación también trabaja para enviarlos a su espacio natural, en África.
El serval "no es para nada un animal adaptado para vivir en apartamento (...). Es una especie salvaje que posee un instinto que sigue siendo fuerte", explica. Pegado al vidrio de su jaula, un pequeño serval de un año lo mira y luego escupe cuando se acerca. Con altas patas, silueta esbelta y manchas negras sobre una piel de color amarillo fiera, este felino africano seduce en las redes sociales, a veces presentados en brazos de estrellas que ayudan a su popularidad.
El cantante Justin Bieber expone en Instagram sus dos Savannah, surgidos de la cruza de un serval con una gata. "La gente se destaca mostrándose al lado de un serval y hay una gran demanda", dice Pierre Thivillon, 79 años, que fundó en 1972 el zoológico de Saint-Martin-La-Plaine.
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Salvajes y carnívoros
Surgidos de tráficos provenientes de criaderos de Rusia, Bielorrusia o de la República Checa, los servales se venden en Francia entre 4.000 y 10.000 euros, la mayoría de las veces de manera clandestina. Los vendedores los entregan pequeños como si fueran gatos domésticos, la mayoría de las veces con un chip electrónico que los presenta de manera fraudulenta como gatos.
Al crecer, su peso puede alcanzar 20 kilos, su comportamiento puede volverse peligroso y las cosas se vuelven problemáticas para los propietarios que no están formados para enfrentar las instintos de esta especie salvaje y carnívora. Los animales terminan abandonados en un jardín o en la calle, cuando no son decomisados directamente.
La asociación, que colabora con las empresas Labofarm y Genome-Recherche&Diagnostic, los recupera y los identifica con un banco genético específico que facilita saber si son servales "puros" o híbridos. Más allá del comercio ilegal, el serval está "amenazado en África por la desaparición de su hábitat y la caza furtiva debido a su piel", dice a la AFP Bérengère Monvoisin, inspectora de medio ambiente de la Oficina francesa de la biodiversidad (OFB).
"Desde 2017, hay seis decomisos de servales anuales en promedio con un punto máximo en 2020 durante el Covid. Pero desde el inicio del año, ha habido más de diez", se lamenta. En Francia, el derecho a tenerlos está sometido a autorizaciones administrativas estrictas tanto para los particulares como para los profesionales.
Poseer sin autorización especies salvajes o protegidas puede llevar a ser condenado a una pena máxima de tres años de cárcel y 150.000 euros de multa. En julio de 2021, la justicia condenó a 10 meses de cárcel y 15.000 euros de multa a un propietario de serval conocido como el "Rey de la jungla" en YouTube, donde se muestra junto a este "único felino que tiene el mismo ancestro que el león".