Reanudan negociaciones cara a cara en busca de un acuerdo posbrexit que 'sigue siendo posible'
El gobierno británico y la Unión Europea reanudan este fin de semana las negociaciones cara a cara en busca de un acuerdo posbrexit que según el negociador inglés David Frost "sigue siendo posible" pese al poco tiempo restante y las diferencias persistentes.
El negociador europeo Michel Barnier anunció que viajará a la capital británica por la tarde, poniendo fin a varios días de intensos rumores sobre si los 27 seguirían negociando ante la existencia de "significativas divergencias" con Londres cuando ya se han superado todos los límites de tiempo marcados por ambas partes.
Tras una interrupción de las conversaciones en persona la semana pasada al detectarse un caso de covid-19 entre los negociadores europeos, los contactos continuaron por videoconferencia.
Pero Frost y Barnier reanudarán el diálogo cara a cara el sábado y proseguirán de forma diaria, afirmó un portavoz del primer ministro británico Boris Johnson negándose a poner fecha final a una negociación que lleva meses estancada.
Barnier parece pensar que esta es la última oportunidad de lograr un acuerdo.
"No estamos lejos del 'lo tomas o lo dejas'", dijo a los embajadores de los países miembros, según una fuente europea que participó en la reunión. Sin un cambio de postura de Londres, "llegar a un acuerdo será casi imposible", dijo Barnier según otro diplomático.
En Londres, Frost se mostró igualmente prudente.
"Es tarde, pero un acuerdo sigue siendo posible y proseguiré las negociaciones hasta que quede claro que ya no lo es", tuiteó, precisando que para llegar a buen puerto todo tratado "debe respetar plenamente la soberanía del Reino Unido".
"Y no es sólo una palabra, tiene consecuencias prácticas" que incluyen "controlar nuestras fronteras, decidir por nosotros mismos un robusto sistema de control de subsidios y controlar la pesca en nuestras aguas", subrayó.
Riesgo de un nuevo choque económico
Quedan cinco semanas para que termine el período de transición posbrexit, el 31 de diciembre, durante el cual el Reino Unido -que abandonó oficialmente la UE el 31 de enero- siguió aplicando las normas europeas y negociando con los 27 su futura relación.
Sin un tratado antes de fin de año, Londres y Bruselas corren el riesgo de un nuevo choque económico que se sume a las graves consecuencias financieras de la pandemia.
Ambas partes esperaban concluir un acuerdo a mediados de noviembre para permitir su ratificación antes de finales de año.
Miembros del Parlamento Europeo ya se han quejado de que una ratificación entre Navidad y Nochevieja no dejará tiempo suficiente para un adecuado examen y debate.
Los escollos siguen girando en torno a las garantías de competencia leal exigidas a Londres, el acceso de los barcos europeos a las ricas aguas pesqueras británicas y la forma de resolver los futuros desacuerdos.
Johnson ha expresado en repetidas ocasiones que está preparado para una ruptura brutal si no obtiene concesiones suficientes de Bruselas.
Frustración europea
Pese a señalar hace unos días un cierto "movimiento", responsables europeos expresaron después su frustración por lo que consideran un enroque de los británicos y se dijeron incapaces de predecir si habrá acuerdo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró el miércoles que no aceptarán un trato a cualquier precio y reiteró que Londres debe aceptar reglas comerciales justas.
"No estamos dispuestos a poner en peligro la integridad del mercado único, la principal salvaguarda de prosperidad y riqueza europea", dijo ante la Eurocámara.
Llevando la discusión al terreno político, más allá de las conversaciones técnicas entre negociadores, Johnson y Von der Leyen mantuvieron varias conversaciones telefónicas en las últimas semanas.
Sin embargo, y pese a que "el primer ministro ha aceptado mantener el contacto personal durante todas las negociaciones", no hay ninguna más prevista de momento, según su portavoz.
Francia advirtió el jueves que la UE no debe dejarse "intimidar" ni perder su determinación en la recta final. "Los británicos necesitan un acuerdo más que nosotros. Los europeos deben estar seguros y convencidos de su fuerza en estas negociaciones", dijo su ministro de Asuntos Europeos, Clement Beaune.