PP pierde mayoría en el parlamento español, "Podemos" gana terreno
Los españoles sancionaron este domingo a la "vieja política", dando a los conservadores de Mariano Rajoy una ajustada ventaja que complicará la formación de un gobierno e impulsando con fuerza al partido antiausteridad Podemos, según resultados oficiales parciales.
El Partido Popular (PP) de Rajoy, de 60 años, perdió de forma estrepitosa la comodísima mayoría absoluta que obtuvo en 2011 y puede verse abocado a un inestable gobierno minoritario por un parlamento muy fragmentado en el que será difícil formar mayorías.
Con mas de 80% del escrutinio realizado, el PP obtenía 122 diputados en una cámara de 350. Nunca hasta ahora un partido ha gobernado en España con menos de 156 escaños.
Le siguen el socialista PSOE con 92 diputados y las dos nuevas formaciones que irrumpen con fuerza acabando con más de 30 años de bipartidismo: Podemos y sus aliados con 68 escaños y el centrista Ciudadanos con 38 diputados.
Los duros años de crisis y las dolorosas políticas de austeridad, la disparada del desempleo -que llegó a 27% a principios de 2013 y sigue aún en 21,18%- y los innumerables escándalos de corrupción desataron una crisis institucional que cristalizó en junio de 2014 con la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe VI y lleva ahora a una nueva generación de políticos al parlamento.
"Seguimos dando pasos para lograr el cambio político y para lograr recuperar las instituciones y devolvérselas a la gente de nuestro país, y reconstruir un pacto que algunos de arriba habían roto", reaccionaba el número dos de Podemos, Íñigo Errejón.
"Estamos ante una nueva transición democrática, ante una nueva era", había asegurado al votar el abogado Albert Rivera, de 36 años, líder de Ciudadanos.
Ilusión por el cambio
El PSOE, liderado por el profesor de economía Pedro Sánchez, de 43 años, ahonda en su derrota de 2011, cuando obtuvo el hasta entonces peor resultado de su historia (110 diputados).
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, un politólogo de 37 años que fundó su partido hace apenas dos años, vuelve a dar la sorpresa tras haber obtenido cinco eurodiputados en 2014 e impulsado la victoria en mayo de alcaldes "indignados" en ciudades como Madrid y Barcelona.
"Este éxito de Podemos es como el resurgir (...) del poder del pueblo", se congratulaba con un globo morado en la mano Alejandra Leal, profesora de 29 años, en la fiesta de la formación en Madrid. Desempleada, tuvo que partir como muchos españoles en 2011 en busca de trabajo al Reino Unido, donde integró el movimiento de los jóvenes exiliados económicos.
Estos comicios culminan un año de cambio electoral en el sur de Europa, tras la victoria de la izquierda radical de Alexis Tsipras en Grecia en enero, y la llegada al poder en Portugal en octubre de una coalición de partidos de izquierda, a pesar de que la derecha había sido la más votada.
La posibilidad de una alianza de este tipo preocupa a Rajoy, cuyo partido seguía aferrándose tras el cierre de las urnas a la idea de que debe gobernar el partido más votado.
"El partido popular sigue siendo la fuerza mayoritaria, la fuerza preferida por los españoles", afirmó su portavoz, Pablo Casado, mientras en la sede del partido en la capital comenzaban a reunirse los simpatizantes, ondeando banderines del partido entre gritos de "¡España, España!"
Sin embargo, "esta vez tan o más importante que saber quién gana, es saber quién será capaz de formar gobierno", subrayó el analista político Josep Antich en TVE.
En muchos colegios electorales se respiró vientos de cambio y numerosos votantes mostraban su ilusión ante el fin del bipartidismo de PP y PSOE reinante desde 1982, siete años después de la muerte del dictador Francisco Franco (1939-75).
"Me gustaría que hubiera un cambio, para que el nuevo gobierno mire un poco más la gente de la calle, el pueblo", afirmaba Juan José Rodríguez, de 43 años, en el popular barrio madrileño de Lavapiés.