La colada de lava de La Palma tardará meses en enfriarse, advierte un vulcanólogo
Los Llanos de Aridane, España/La colada de la reciente erupción del volcán Cumbre Vieja tardará meses en enfriarse, dificultando la reconstrucción de la isla española de La Palma, estimó, en una entrevista con la AFP, Rubén López, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional.
La erupción del Cumbre Vieja se inició el 19 de septiembre y se dio por terminada el 25 de diciembre, tras 10 días sin actividad; en ese tiempo, la lava arrasó más de 1.300 viviendas y 1.250 hectáreas de terreno
Un primer grupo de los vecinos evacuados por la erupción empezaron el lunes a volver a sus casas, para toparse con falta de agua y toneladas y toneladas de arena volcánica a su alrededor.
Otro grave problema es que la erupción separó en dos las carreteras del valle de Aridane. La consecuencia es que hay que circunvalar toda la isla para ir entre dos puntos cercanos, ahora separados por la colada de lava.
- ¿Pueden volver ya todos los vecinos a las cercanías del volcán, o hay peligro aún en la zona de exclusión?
"La zona de exclusión sigue siendo bastante peligrosa. Las coladas [de lava], quizá la parte superficial, se han ido enfriando, pero en cuanto haces una cata o te acercas, las coladas siguen almacenando mucho calor. Esto va a durar semanas, o incluso meses, y además hay emanaciones gaseosas".
- La isla ha quedado partida en dos porque la colada de lava, que en algunos puntos tiene hasta 30 metros de altura, sepultó carreteras. ¿Pueden 'desenterrarse'?
"Es complicado. Hay zonas que son muy duras. Estamos hablando de un basalto bastante duro y por tanto, como en otras zonas, ha habido que hacer explosiones (...).
Depende mucho de la profundidad, de la profundidad no, más bien de la altura que ha cogido [la colada], y lo más seguro es que sea más fácil construir por encima que retirar esa lava, mucho más fácil".
- ¿Se podrá cultivar sobre la colada?
"Lo que se puede hacer es rellenarla con tierra fértil, por ejemplo en las fajanas, se ha hecho otras veces, en la [erupción] del San Juan (1949) se hizo, se rellenó con tierra fértil y ahí se criaban productos agrícolas. Pero por ahora todo eso lo veo lejos".
- ¿Podrán los vecinos volver a llevar una vida normal como la de antes, en el mismo lugar o cerca?
"Pues ese debería ser el objetivo de las autoridades, conseguir que la gente no emigre a otras islas (...).
Para ello habrá que ver qué ayudas se pueden realizar, cómo se puede cuanto antes vertebrar la isla con la electricidad, las carreteras y el agua".
- ¿Qué se puede hacer con el mar de ceniza volcánica que cubre casas y paisaje?
"Creo que mucha ceniza acabará en el mar. Evidentemente, por la erosión del viento, mucha ya está yendo hacia el mar. Toda la que se va retirando se puede utilizar como árido para algún tipo de construcciones, sería lo ideal, y si no, habría que ver si se puede utilizar para algo más. Un municipio de Tenerife la pidió para rellenar una playa. Habría que ver la viabilidad de ese tipo de acciones".