Uso de minas, una faceta siniestra de la guerra en Ucrania
Simples, mortales y eficientes: la minas son empleadas en "cantidades fenomenales" en Ucrania, incluidos algunos tipos prohibidos por tratados internacionales, convirtiendo al país en el campo minado más grande del mundo.
Cerca de 30% del territorio ucraniano podría tener minas pero es "imposible contar y mapearlas" en un país en guerra, admitió Baptiste Chapuis, de la oenegé Handicap International, tras una visita a Ucrania.
"Desde una perspectiva militar, la guerra en Ucrania marca el gran retorno del uso de minas", señaló Stephane Audrand, un especialista en riesgo internacional, quien señaló que son empleadas en "cantidades fenomenales".
Las minas terrestres convencionales dirigidas a vehículos enemigos son permitidas, pero los aparatos antipersonales que buscan mutilar o matar a humanos están prohibidas bajo el Tratado de Ottawa de 1997.
Ucrania es signataria de la convención, pero grandes potencias como Rusia, China y Estados Unidos no lo son.
Municiones prohibidas
Las minas son un componente clave de la línea defensiva rusa.
"Rusia ha colocado minas extensivamente con minas antitanque y antipersonales. Estas últimas suelen ser colocadas con múltiples mecanismos de activación para evitar que traspasen" las líneas, señaló un informe reciente del centro de estudios RUSI, con sede en Londres.
En cumplimiento de la convención de Ottawa, Ucrania comenzó a destruir sus minas antipersonales, pero lo detuvo en 2014 al comenzar la guerra en el Donbás, cuando Rusia anexó la península de Crimea.
Human Rights Watch dijo en enero que las fuerzas ucranianas "parecen haber" usado minas antipersonales prohibidas en Izium, este.
"Las minas antipersonales han sido utilizadas por todos, pero no en proporciones comparables", dijo a AFP una fuente humanitaria en condición de anonimato.
Las minas pueden matar o ser diseñadas para principalmente mutilar, arrancando extremidades o golpeando el abdomen.
Incluso después del fin de un conflicto armado, tales minas pueden permanecer enterradas, a un riesgo enorme para la población civil.
Las minas "condenan a los civiles por décadas y ponen en riesgo el retorno de la vida económica y social por mucho tiempo".
Expertos consideran que desminar Ucrania podría tomar décadas, y el proceso se vería complicado por las inundaciones causadas por el reciente rompimiento de la represa de Kajovka.
Antes de eso, "sabíamos dónde estaban los peligros", indicó Erik Tollefsen, jefe de la Unidad de Contaminación con Armas del Comité Internacional de la Cruz Roja.
"Ahora no sabemos (...) Esta es una gran preocupación porque no solo afectará a la población sino también a quienes vienen a ayudar", agregó.
"Las partes del conflicto no han revelado la cantidad de minas, solo sabemos que las cifras son masivas", sostuvo Tollefsen.
Preocupante diversidad
Algo "específico del conflicto ucraniano es la excepcional diversidad en los tipos de municiones empleadas", según Chapuis.
Además de minas antitanque y antipersonales, grupos de monitoreo han documentado un uso extenso de las devastadoras bombas de racimo, que dispersan bombas pequeñas por un área más amplia.
Las minibombas que no estallan al hacer impacto permanecen como minas terrestres y son una amenaza letal. Ello motivó la elaboración de la convención de Oslo de 2008 contra su uso.
Pero Rusia y Ucrania no son signatarios, y ambos las habrían empleado, según la Coalición de Bombas de Racimo. Las minibombas pueden permanecer sin explotar en 15% a 30% de los casos.
Las fuerzas rusas son conocidas por ocultar aparatos explosivos improvisados, al plantarlos en animales o cadáveres, además de crear trampas complejas en carreteras, campos y bosques.
Incluso en el mar, las minas son empleadas extensamente.
"Al inicio del conflicto, los ucranianos posiblemente impidieron la llegada de barcos rusos a sus costas con minas en el mar Negro", señaló Audrand.
Tales minas son "muy efectivas, baratas y en términos de impedir acceso, funcionan", afirmó. Pero al mismo tiempo son un riesgo enorme para el tráfico naval.