Migrantes sobrevivientes a naufragio en Grecia 'culpan' a los guardacostas de la tragedia
Dos semanas después del naufragio de una embarcación de migrantes frente a las costas griegas, que dejó cientos de desaparecidos, cinco supervivientes entrevistados por la agencia AFP cerca de Atenas acusan a los guardacostas de no haber querido salvarlos.
Desde la tragedia, las autoridades griegas han venido culpando exclusivamente a los traficantes de personas.
"La responsabilidad recae en las bandas criminales que llenaron el barco de personas desesperadas (...) sin darles chalecos salvavidas", afirmó el jueves en Bruselas el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Lejos de los policías griegos que controlan exhaustivamente el acceso al campo de refugiados de Malakasa, al norte de Atenas, Hasan, un refugiado sirio de 26 años, expresa su rabia hacia los guardacostas. Su lenta respuesta en la operación de rescate fue denunciada por varias oenegés y medios de comunicación.
"No tuve para nada la impresión de que los guardacostas griegos quisieran salvarnos"
Hasan es uno de los 104 supervivientes del naufragio.
Según los testimonios de estos, había entre 600 y 750 pasajeros a bordo, incluyendo mujeres y niños en la bodega del barco, que no pudieron ser rescatados.
"No sé exactamente cuántos eran, pero los oímos llorar y gritar", recuerda Ahmad, un sirio de 27 años.
El naufragio frente a las costas griegas del pesquero que salió de Libia rumbo a Italia dejó al menos 82 muertos, según el recuento oficial, además de cientos de desaparecidos.
El drama suscitó numerosos interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades griegas, mientras avanza una investigación judicial.
"No fue un accidente"
Los guardacostas han difundido con cuentagotas la información del naufragio ocurrido el 14 de junio a 47 millas náuticas de Pylos, en la península del Peloponeso.
El lunes, la agencia europea de fronteras Frontex indicó que Grecia ignoró el ofrecimiento de enviar ayuda aérea adicional.
Los cinco supervivientes interrogados coincidieron en que los guardacostas lanzaron cuerdas en dos ocasiones hacia la embarcación, para tratar de remolcarla. El primer cabo se rompió.
En el segundo intento, "la cuerda fue atada a la proa por el barco militar, que de repente se puso a zigzaguear muy rápido, lo que produjo olas. Y en ese momento zozobró el barco", cuenta Salim, un sirio de 28 años que al igual que los demás pidió el anonimato.
"No fue un accidente", afirma.
El 13 de junio por la mañana, los pasajeros del pesquero enviaron una señal de alerta a la oenegé Alarm Phone y luego dos marinos mercantes se acercaron al lugar y les dieron agua y comida.
Según el gobierno griego, interino en ese momento entre dos citas electorales, los guardacostas se acercaron a la embarcación y lanzaron un cabo para estabilizarlo, pero los migrantes rechazaron la ayuda.
El Ministerio de la Marina, interrogado por AFP sobre el desarrollo de la operación, indicó que "estas interrogantes forman parte de una investigación que se lleva a cabo bajo estricta confidencialidad".
"Los guardacostas miraron desde lejos"
Un dron y un helicóptero sobrevolaron el barco, según los supervivientes.
"El motor se paró por completo poco antes de la medianoche (del 13 de junio). Los guardacostas griegos llegaron después", relató Ahmad.
Hacia las 02H00 hora local del 14 de junio (23H00 GMT), Salim se lanzó al agua después de que el pesquero volcara.
"Durante al menos diez minutos, los guardacostas nos miraron desde lejos antes de enviar dos lanchas neumáticas para ayudarnos", agregó en llanto.
Azad, de 21 años, tuvo que nadar durante una hora para llegar al barco de los guardacostas.
"Había personas que no sabían nadar e intentaron agarrarse a nosotros, tuvimos que pensar en sobrevivir", recordó.
Rukayan, un kurdo originario de Kobane, en el norte de Siria, afirma que no sabe por qué sobrevivió. Su primo de 17 años sigue desaparecido.