Merkel regresa a las regiones alemanas castigadas por las inundaciones
La canciller Angela Merkel regresó este viernes a las regiones alemanas castigadas por las devastadoras inundaciones de julio con la misión de restaurar la confianza en su partido, en dificultades a pocas semanas de unas ajustadas elecciones legislativas.
La dirigente alemana visitó el pueblo de Altenahr, en la región de Renania-Palatinado, arrasado por las inclemencias y donde hubo muchas víctimas.
El domingo se dirigirá a la región vecina de Renania del Norte-Westfalia, la más grande de Alemania, acompañada por el dirigente regional y candidato de su partido conservador para las elecciones del 26 de septiembre, Armin Laschet.
"Cuando estás aquí sientes algo del miedo mortal que mucha gente tuvo la noche de la inundación, mientras esperaban subidos a sus tejados", dijo Merkel en Altenahr, donde muchas casas siguen siendo inhabitables.
"No los olvidaremos, el próximo gobierno continuará donde lo dejamos", dijo refiriéndose a las ayudas públicas para las víctimas.
La canciller ya acudió a esas zonas en los días siguientes a la catástrofe del 14 y 15 de julio, que causó más de 180 muertos.
Entonces, su Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su sucesor figuraban como favoritos para tomar el relevo de la canciller, que dejará el puesto tras 16 años en el poder.
Ahora, los conservadores cayeron del 34% al 21% de intención de voto y se ven superados en dos puntos por los socialdemócratas del SPD, encabezados por el ministro de Finanzas Olaf Scholz, según un sondeo del instituto Forsa.
Merkel al rescate
Si bien Merkel goza todavía de una popularidad récord, el panorama para Laschet es más sombrío.
Y en las localidades arrasadas por las inundaciones, la conmoción inicial dejó paso a inmensas expectativas y frustración ante la escasez de medios de los poderes públicos.
Apartada de la campaña electoral hasta ahora, Merkel decidió implicarse en la recta final, poniendo su popularidad al servicio del nuevo jefe de filas conservador, discutido incluso en su propio partido.
El 21 de agosto ya acompañó a Laschet en un mitin electoral en Berlín, brindándole un respaldo firme y alabando sus valores y su carrera política.
Y esta semana atacó al candidato socialdemócrata, su propio ministro de Finanzas, acusándolo de flirtear con la izquierda radical.
Irritación entre los afectados
Su visita el domingo con Laschet se presenta como una nueva prueba para este último, autor de un error calamitoso en julio.
Las cámaras lo captaron riéndose apenas unos días después de la catástrofe durante un grave discurso del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en conmemoración de las víctimas de los diluvios.
El conservador también ha sido tomado como blanco de la indignación de parte de los afectados por los diluvios, que lamentan la lentitud de las ayudas. Uno de ellos lo acusó de "mega-inútil" que pagará "la factura en las elecciones".
Además, tanto él como Merkel hacen frente a acusaciones de negligencia y falta de previsión de las autoridades, que dieron lugar a la apertura de una investigación judicial en agosto.
En los municipios siniestrados, la irritación es palpable.
"Esperamos que el dinero llegue sin burocracia, es lo que Laschet prometió cuando vino a soltar eslóganes estúpidos, pero nada de eso ha pasado", dijo Christine Jahn, de 66 años, a la AFP.
Esta residente de Leipzig (este) forma parte de los voluntarios llegados de todo el país para echar una mano en estas regiones occidentales.
Además de cientos de millones de euros en ayudas, el gobierno y las regiones afectadas elaboraron un plan de reconstrucción de 30.000 millones de euros (35.600 millones de dólares).
Las dramáticas inundaciones, que los expertos vinculan al cambio climático, despertaron todavía más la conciencia medioambiental de los alemanes, pero no benefician al partido ecologista de Los Verdes.
La formación, que había llegado a liderar la carrera electoral meses atrás, está renqueante y figura en segunda o tercera posición en los sondeos.