Llamado a la calma en Irlanda del Norte tras la degeneración de una protesta
El ministro británico para Irlanda del Norte y la policía norirlandesa hicieron un llamamiento a la calma el sábado, un día después de que degenerara una manifestación en un barrio lealista de Belfast.
Ocho policías resultaron heridos el viernes por la noche tras ser atacados en la zona de Sandy Row, en el sur de la capital británica, con tapas de alcantarilla, ladrillos y artefactos incendiarios, informó la policía irlandesa en un comunicado.
Siete personas fueron detenidas en el lugar de los hechos, y los informes de los medios de comunicación sugieren que hubo hasta 200 manifestantes leales, en su mayoría jóvenes.
"Hago un llamamiento a todos los implicados para que cesen inmediatamente este penoso comportamiento", dijo en el comunicado el funcionario de la policía norirlandesa Simon Walls.
"Las comunidades locales no quieren volver a caer en el pasado", añadió, en referencia a las tres décadas de disturbios que han ensangrentado la provincia británica. "Merecen vivir en zonas seguras y pacíficas", añadió.
El ministro de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, también condenó la violencia como "totalmente inaceptable".
"La violencia nunca es la respuesta. No tiene cabida en la sociedad", añadió en Twitter, "apoyando plenamente" el llamamiento a la calma de la policía.
Los incidentes se producen en medio del creciente descontento en Irlanda del Norte por las consecuencias del Brexit, que se aplica plenamente desde el 1 de enero.
Los unionistas, partidarios de la permanencia en el Reino Unido, rechazan el protocolo negociado entre Londres y Bruselas, que introduce controles sobre las mercancías que llegan a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña.
El protocolo pretende evitar el regreso de una frontera entre la provincia británica y la República de Irlanda (miembro de la UE), que podría socavar el acuerdo de paz alcanzado en 1998.