Justicia italiana inicia interrogatorio de la capitana de Sea Watch
Las autoridades judiciales italianas interrogaron este lunes a la capitana del barco humanitario Sea Watch, detenida tras haber atracado sin permiso en Lampedusa con 40 migrantes a bordo.
La alemana Carola Rackete, de 31 años, arrestada hace dos días, ha sido acusada de desobedecer órdenes de un buque de guerra, resistencia y violencia contra una embarcación de guerra y navegación en zonas prohibidas.
La joven desafío las disposiciones del ultraderechista ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, al violar la prohibición de atracar en un puerto italiano, por lo que tuvo que comparecer ante los jueces de Agrigento, en Sicilia.
El interrogatorio inició a mediados de la tarde y se concluyó después de tres horas. Los jueces se pronunciarán el martes, según anunciaron.
El caso ha generado tensiones diplomáticas con Alemania, que exigió este lunes a Italia la liberación de la responsable del barco humanitario y criticó la política migratoria de Europa.
El pedido de liberación fue hecho por el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, después de que la joven alemana decidiera desembarcar a 40 migrantes extenuados tras permanecer 17 días bloqueados a bordo.
"Desde nuestro punto de vista, el procedimiento judicial sólo puede concluir con la liberación de Carola Rackete", lanzó Maas en un tuit.
La comandante, con experiencia por haber navegado en barcos rompehielos en el Ártico y la Antártida, sabía que estaba arriesgando la cárcel, pero ahora puede ser condenada a hasta 10 años de cárcel por "resistencia a un navío de guerra".
La nueva acusación fue hecha tras haber obligado la madrugada del sábado a una lancha de la policía, encargada de impedirle que se acercara al muelle, de apartarse ante el riesgo de quedar empotrada contra el malecón.
"No era mi intención golpear la lancha de la Guardia de Finanzas", declaró ante el juez de primera instancia.
Acusada también de favorecer la inmigración ilegal al rescatar el 12 de junio a un grupo de 53 migrantes frente a las costas de Libia y de haber entrado sin permiso el miércoles en aguas territoriales italianas, la comandante se convirtió en un símbolo por su defensa de los migrantes que huyen en barcazas por el Mediterráneo.
'Que se quede en la cárcel'
Por su parte el ministro Salvini no perdió la ocasión para despreciarla, fiel a su estilo agresivo de gobernar.
Inclusive la acusó de haber cometido "un acto de guerra", la describió como a una "mujer rica y blanca" que es mejor que se ocupe de "ancianos y minusválidos" y deseó que "se quede en la cárcel".
"Siento la obligación moral de ayudar a quien no ha tenido las mismas oportunidades que yo", respondió indirectamente la joven en una entrevista al diario italiano La Repubblica.
Su padre recordó al diario Il Corriere della Sera que esa sensibilidad social se despertó muy joven cuando recorrió toda Sudamérica en autostop y conoció las injusticias y desigualdades que azotan la región.
Durante todos estos años se ha movilizado por la defensa del medio ambiente y los derechos humanos y ahora protagoniza en solitario toda una batalla contra un Estado.
Sin citarla, el papa Francisco, gran defensor de los emigrantes, programó para el 8 de julio una misa en San Pedro por los que "han perdido la vida en el mar" y para los que "ayudan, acompañan y acogen" a migrantes y refugiados.
Por su parte el jefe de la diplomacia alemana solicitó "una solución europea urgente" frente al fenómeno de la migración.
"El regateo para la distribución de los refugiados es indigno y debe detenerse", reconoció Maas.
El tema está sobre el tapete e inclusive fue abordado el lunes en Bruselas entre el primer ministro Giovanni Conte y la canciller alemana Angela Merkel .
"Con estas decisiones Italia se aleja de Europa", lamentó el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando.
Menos solidarias han sido las declaraciones del veterano parlamentario alemán Wolfgang Schaüble, quien pidió a las organizaciones humanitarias que aborden el tema con "autocrítica" ya que podrían terminar por "hacerle el juego" a los traficantes de seres humanos.
Por su parte el alcalde de Lampedusa, Salvatore Martello, considera que Salvini aplica una estrategia política contra las embarcaciones humanitarias que rescatan migrantes y recordó que "más de 600" han llegado a la isla en menos de un mes en pateras sin causar tanto revuelo.