Los jueces franceses piden 'un plan Marshall' para salvar Marsella del narcotráfico

Narcotráfico en Francia
Narcotráfico en Francia / AFP
AFP
08 de marzo 2024 - 06:50

"Estamos perdiendo la guerra contra los traficantes en Marsella", alertan los magistrados de la segunda ciudad de Francia, que reclaman medidas contundentes contra los narcos como un régimen carcelario especial y un tribunal específico.

Esta alarmante constatación la pronunció esta semana Isabelle Fort, responsable del servicio sobre crimen organizado de la fiscalía de Marsella, ante una comisión de investigación en el Senado (cámara alta) dedicada a la lucha contra el narcotráfico.

Este puerto mediterráneo, situado en el sureste de Francia, vivió en 2023 su año más sangriento: 49 personas asesinadas, entre ellas cuatro víctimas colaterales, y 123 heridos por la guerra territorial entre dos bandas rivales.

Casi tres cuartas partes de estos hechos están vinculados con la lucha abierta entre los grupos DZ Mafia y Yoda, según Nicolas Bessone, el fiscal de esta ciudad, una de las más pobres de la séptima economía mundial.

"El Estado parece librar una guerra asimétrica" contra el narco y "se encuentra debilitado frente a bandas organizadas muy bien equipadas", subrayó Olivier Leurent, presidente del Tribunal Judicial de Marsella ante el Senado.

Esta violencia rompe familias y sume en el miedo algunos barrios de esta multicultural ciudad de unos 870.000 habitantes, conocida por su entorno agradable de vida y sus turísticas calas color turquesa.

"Nuestros barrios están hoy en ruinas", aseguró Katia Yakoubi, del colectivo marsellés "Demasiado joven para morir" que aboga por recuperar el futuro de los jóvenes de estas barriadas a través de la cultura, la educación y los centros sociales.

Recursos "insuficientes"

Con el objetivo de relanzar la ciudad, el presidente francés, Emmanuel Macron, lanzó en 2021 el plan "Marsella en Grande" y, en junio de 2023, prometió enviar más efectivos para luchar contra el narcotráfico.

Pero este fenómeno se propaga por Francia, incluso a zonas rurales, y es "cada vez más agresivo, eficaz", explicó el jueves en Marsella el presidente de la comisión de investigación parlamentaria, Jérôme Durain.

"No nos rendiremos", dijo a la AFP el jefe de la policía judicial, Christian Sainte, sobre la lucha contra este tráfico en Francia, donde hay cinco millones de consumidores regulares de cannabis y 600.000 de cocaína, según las autoridades.

Su plan pasa por dos niveles: intentar "detener la máquina" de los ajustes de cuentas y puntos de venta a nivel local, y cooperar con otros países, porque los responsables del narcotráfico "están principalmente en el extranjero".

Pese al envío a Marsella de nuevos magistrados e investigadores para compensar la falta de personal, estos recursos ya son "insuficientes", según Leurent. Los casos de narcotráfico representan el 20% de su tribunal, frente al 9% nacional.

En esta guerra por el lucrativo negocio de decenas de puntos de venta de droga, que pueden generar hasta 80.000 (87.200 dólares) diarios, apareció una nueva forma de crimen: el "narcohomicidio", en palabras de la exfiscal de Marsella Dominique Laurens.

A inicios de 2023, Laurens expresó en una entrevista con la AFP su temor hacia un agravamiento de la situación, una "mexicanización", aunque el número de muertos no es comparable.

Cuando Francia se juega su "estabilidad", Olivier Leurent reclama "un plan Marshall" para luchar contra los delincuentes que tienen una "capacidad considerable en términos de recursos financieros, humanos y tecnológicos".

Esta preocupación también está presente en otras naciones de Europa occidental, como Bélgica o Países Bajos, donde las mafias amenazan jueces y políticos, y perpetran asesinatos en serie.

Tribunal específico

En Marsella, los magistrados reclaman un "régimen penitenciario distinto" para los traficantes de droga, que implique un aislamiento estricto.

Incluso entre rejas, los "cabecillas" gestionan la organización de sus equipos y las ejecuciones de sus rivales, recordó el fiscal Bessone. 

Los investigadores ya interceptaron una orden de este tipo. Y, en febrero, un preso vinculado a la banda Yoda mató a otro de DZ Mafia en la cárcel d'Aix-Luynes, al norte de Marsella.

El fiscal se declaró también favorable a facilitar la colaboración de los narcotraficantes con la justicia, flexibilizando la legislación, como en Italia o Estados Unidos.

En Francia, estos "arrepentidos" solo pueden beneficiarse de protección si no tienen las manos manchadas de sangre.

Otro temor es que corrompan funcionarios, como ocurre en otras ciudades portuarias europeas. En Marsella, ya se abrieron dos investigaciones.

Bessone aboga también por crear tribunales específicos para narcotraficantes, como los existentes para los casos de terrorismo, formados exclusivamente por jueces.

Pero los esfuerzos también deben centrarse en el origen del tráfico: el consumidor. "El sentimiento de transgresión debe difundirse" en campañas publicitarias, pero también en la escuela, según Leurent.

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