La importación de pollo de Ucrania crispa a los avicultores franceses
El reciente aumento de las importaciones de pollo ucraniano en Europa comienza a molestar a los avicultores franceses, que denuncian la competencia a bajo costo de un país que pide solidaridad y el respeto de las reglas del libre comercio.
La llegada de aves de corral ucranianas aumentó desde que la Unión Europea (UE) suspendiera en mayo de 2022 los derechos de aduana al país en guerra para apoyar su economía.
Oficialmente, la importación de carne avícola ucraniana en Francia se disparó un 74% en el primer semestre en términos interanuales, aunque sigue siendo ínfima.
En ese periodo representó 8,1 millones de euros (8,6 millones de dólares), menos del 1% de las importaciones totales de carne de ave en Francia, según la aduana francesa.
Pero estas cifras "no reflejan la realidad", afirma Yann Nédélec, director de la organización interprofesional avícola Anvol, ya que el pollo ucraniano suele pasar antes por fábricas en Europa que no están obligadas a indicar su origen.
Según la Comisión Europea, en los cinco primeros meses del año, las importaciones de aves de corral ucranianas representaron en volumen el 27% del total de las importaciones de la UE, por detrás de Brasil (36%) y delante de Tailandia (19%), frente al 13% de 2021.
En 2022, la mitad de los pollos consumidos en Francia eran importados, pero mientras que Brasil o Tailandia deben respetar cuotas, Ucrania no, indicó Paul-Henri Lava, representante del lobby avícola AVEC Poultry en Bruselas.
Además, por su cercanía geográfica, Ucrania puede exportar pollo fresco, criado generalmente en enormes granjas con costos de producción más bajos que en Europa.
Estos productos podrían representar una competencia injusta para el mercado local, "ahora que la Comisión nos pide reducir el tamaño de las explotaciones y avanzar hacia circuitos cortos de distribución", afirmó Lava.