Hollande y Cameron en lucha contra la inmigración ilegal
El presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, acordaron hoy acrecentar su cooperación en la lucha contra la inmigración ilegal y en aras de una mejor acogida de los refugiados.
Tras la cumbre que mantuvieron en Amiens, al norte de París, Cameron anunció una partida de 22 millones de euros este año para reforzar la seguridad portuaria y ferroviaria de Calais, en la que en 2015 ya se invirtieron 82 millones.
Es la repuesta de Londres a la petición de París para mantener la seguridad y evitar que los inmigrantes crucen de forma clandestina al Reino Unido.
Esto ha hecho que muchos de ellos se mantengan bloqueados cerca de Calais, donde se han formado varios campamentos de inmigrantes en los que éstos sobreviven en condiciones infrahumanas.
La inversión británica no solo irá destinada a una mejora de la seguridad, sino también de las condiciones de acogida de los inmigrantes en los campos oficiales que les proponen las autoridades francesas.
Pero también servirá para la expulsión a sus países de origen de todos aquellos que no tengan derecho a la petición de asilo.
París y Londres mantienen el principio de que los candidatos al asilo deben pedirlo en el primer país europeo al que entren.
Hollande y Cameron reclamaron, además, "una respuesta europea más firme para contener los flujos migratorios y recuperar el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea".
Además, solicitaron potenciar los centros de registro de refugiados en Grecia y en Italia, la cooperación con los países de origen y de tránsito de los inmigrantes y la creación de un sistema de guardias fronterizos y de guardacostas a nivel europeo.
La cumbre franco-británica de Amiens se produjo mientras Francia está procediendo al desmantelamiento del principal campo de inmigrantes de Calais, al considerar que no reúne las condiciones humanitarias mínimas.
París ofrece a los desalojados soluciones alternativas en campamentos creados por el Gobierno, pero muchos inmigrantes rechazan esa propuesta al considerar que les veta la posibilidad de pedir el asilo en el Reino Unido, que es su objetivo.
Por eso, se mantienen en poblados de chabolas ilegales a la espera de cruzar la frontera de forma clandestina a bordo de uno de los camiones que atraviesan el Canal de la Mancha, bien en ferri o por el túnel ferroviario.