Primer juicio en Francia contra un policía por violencia contra 'chalecos amarillos'
Un policía compareció el jueves ante la justicia francesa por haber arrojado un adoquín contra "chalecos amarillos", el primer juicio contra un agente tras numerosas denuncias de violencias policiales en las protestas antigobierno que sacuden Francia desde hace un año.
La audiencia se celebró unos días después del primer aniversario de este movimiento popular, que el sábado pasado volvió a movilizar a miles de manifestantes en toda Francia en una jornada que se saldó con fuertes disturbios y choques con las fuerzas del orden, sobre todo en París.
Losr el uso de balas de goma que, según un recopilatorio realizado por el periodista independiente David Dufresne, han costado la pérdida de un ojo a al menos 24 personas.
Desde la primera manifestación de los "chalecos amarillos" la Inspección General de la Policía francesa (IGPN) ha recibido 313 denuncias de violencia policial, de las cuales dos tercios están siendo examinadas por fiscales que deben determinar si existen pruebas suficientes para presentar cargos.
El oficial enjuiciado fue filmado arrojando un adoquín contra una multitud en una manifestación en la capital francesa el 1 de mayo pasado, una escena que se volvió viral en las redes sociales.
El video no muestra dónde cayó la piedra, o si hirió a alguien.
Aunque teóricamente el funcionario podría ser condenado a hasta 3 años de cárcel y una multa de 45.000 euros por "violencia deliberada por parte de una persona que ocupa un cargo de autoridad pública", la fiscalía solicitó el jueves tres meses de prisión, con pena en suspenso.
"No quiero hacer de él un ejemplo", indicó la fiscal durante su alegato, en el que apuntó que éste "no es un juicio contra la policía".
Por hechos similares, un "chaleco amarillo" de 34 años fue condenado a ocho meses de prisión a inicios de año.
'Escenas de guerrilla'
El policía, que llegó al tribunal con el rostro disimulado por una capucha para esconderse de los periodistas que lo esperaban, dijo que su gesto fue motivado por el "miedo" y no por la "ira".
"Estábamos bajo una lluvia permanente de proyectiles", contó el agente, que describió "escenas de guerrilla". "Lancé el adoquín por reflejo, para mantener una distancia de seguridad con los manifestantes", añadió.
Pocos minutos antes de los hechos de los que se le acusa, su superior había recibido en el rostro un adoquín lanzado por un manifestante, por lo que tuvo que ser hospitalizado.
El abogado del policía, Laurent Boguet, pidió que su cliente sea absuelto. "El 1 de mayo fue un día extremadamente violento (...) [los policías] fueron víctimas de lanzamientos de piedras", sostuvo el letrado ante la corte, que comunicará su decisión el 19 de diciembre.
Un segundo policía será juzgado en las próximas semanas por abofetear a un manifestante durante la misma protesta, una escena que también fue grabada y difundida en las redes sociales.
Según un recopilatorio realizado por los manifestantes, además de las lesiones oculares, cinco "chalecos amarillos" han perdido una mano debido a granadas lacrimógenas lanzadas por las fuerzas de seguridad y uno un testículo por el impacto de una pelota de goma.
En marzo, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, exigió una investigación "exhaustiva" sobre las violencias policiales durante las manifestaciones de los "chalecos amarillos".
En total, según cifras de las autoridades, alrededor de 2.500 manifestantes y 1.800 policías han resultado heridos desde el inicio de las manifestaciones.
Las protestas de este movimiento nacido en las redes sociales estallaron el 17 de noviembre de 2018 contra el aumento de un impuesto sobre el combustible, pero rápidamente se convirtieron en una revuelta general contra las políticas del presidente Emmanuel Macron.
En Chile, que vive también desde hace un mes un estallido social originado en rechazo al alza de tarifas del metro, 222 personas han sufrido heridas oculares tras disparos de perdigones o balines, un récord que supera al de Francia pero también al de algunas zonas en conflicto en el mundo.