El papa exhorta a los jóvenes a que el Evangelio sea el "navegador" de sus vidas
El papa Francisco exhortó este domingo a los jóvenes de todo mundo a que conviertan el Evangelio en el "navegador" de sus vidas y que la oración sea su primer "chat" del día.
El papa empleó ese original lenguaje informático en la homilía de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud católica que se celebra en Polonia. A la misa asistieron dos millones y medio de personas, congregadas en el inmenso campo de Brzegi, a las afueras de Cracovia, según cifras de la organización.
El Señor "espera que, entre tantos contactos y chats de cada día, el primer puesto lo ocupe el hilo de oro de la oración", dijo. "Cuánto desea que su Palabra hable a cada una de tus jornadas, que su Evangelio sea tuyo, y se convierta en tu 'navegador' en el camino de la vida", agregó.
El papa llegó al inmenso Campo de la Misericordia, a unos 12 kilómetros de Cracovia, a bordo de un papamóvil blanco, donde fue ovacionado y aplaudido por una masa entusiasta de jóvenes de todas las nacionalidades, acampados en plena naturaleza para compartir y meditar bajo las estrellas sobre fraternidad y fe.
Francisco recomendó a los jóvenes que rechacen la tristeza, "un virus que infecta y paraliza todo, que cierra cualquier puerta, que impide que la vida se reavive, que recomience".
"Siempre nos espera con esperanza, incluso cuando nos encerramos en nuestras tristezas, rumiando continuamente los males sufridos y el pasado. Pero complacerse en la tristeza no es digno de nuestra estatura espiritual", explicó.
Con el mismo tono, pidió a los jóvenes que empleen "la conexión más estable, la de un corazón que ve y transmite el bien sin cansarse", que además "gratuita", agregó.
La víspera, en ese mismo campo, el papa urgió a la multitud de jóvenes a "no ser suplentes" en la vida y a no "vegetar" cómodamente en el "sofá", en un nuevo y original llamado a los católicos a construir un mundo más justo.
Un discurso que contenía muchas claves de su mensaje como jefe de la iglesia católica, directo y en ocasiones también chistoso, con el que papa argentino quiso sacudir las conciencias de los jóvenes y convertir el "Woodstock católico" en un momento de reflexión.