El rey emérito de España reclamará inmunidad ante el Tribunal de Apelación británico
Londres, Reino Unido/El rey emérito de España recurrirá ante el Tribunal de Apelación británico la decisión judicial que le negó inmunidad en Inglaterra en el marco de una demanda por acoso presentada por su examante, anunciaron este martes sus abogados.
En una vista ante la Alta Corte de Londres, los abogados de Juan Carlos de Borbón anunciaron que antes del 30 de mayo pedirán al Tribunal de Apelación el derecho a recurrir la sentencia dictada la semana pasada por el juez Matthew Nicklin.
Este consideró el jueves que el padre del actual rey Felipe VI -en beneficio del cual Juan Carlos abdicó en junio de 2014 en medio de varios escándalos- ya no dispone de inmunidad personal por no ser jefe de Estado ni miembro de la Casa Real.
Y que aun en el caso de acciones realizadas antes de su abdicación, los actos de "acoso" que le achaca su examante -Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una empresaria danesa de 58 años- "no entran dentro de la esfera de la actividad gubernamental o soberana" por la que tendría inmunidad según la ley inglesa.
El martes, su abogado Daniel Bethlehem reprochó al magistrado haber cometido un "error de ley" y pidió que reestimase su propia sentencia.
Pero este se reafirmó en su apreciación, rehusando al rey emérito, de 84 años, la posibilidad de recurrir su decisión ante la Alta Corte.
Alejado de la vida pública y despojado tras su abdicación de la protección legal que gozaba en España desde que fue nombrado jefe de Estado en 1975, Juan Carlos se exilió en agosto de 2020 a los Emiratos Árabes Unidos, donde vive desde entonces.
Pendiente del Tribunal de Apelación
El juez Nicklin instó en términos muy firmes a Bethlehem a dejar claro si la presunta participación del general Félix Sanz Roldán -director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español y amigo personal del exmonarca- en el supuesto acoso a la examante se hizo como "acto de Estado cubierto por la inmunidad de Estado".
Pero el abogado se declaró incapaz de responder a esta cuestión. La defensa de Juan Carlos quedó así sin más opción que acudir al Tribunal de Apelación.
Según el procedimiento inglés, este puede ahora otorgar o denegar el derecho a apelar, decisión que todos confiaron en conocer antes del 1 de julio.
Mientras tanto, Nicklin accedió a aplazar hasta el 8 de julio el examen de las otras "cuestiones previas", que conciernen la jurisdicción -dado que algunos de los actos denunciados ocurrieron presuntamente en Mónaco y Suiza- y temas técnicos de procedimiento sobre la presentación de ciertos documentos.
Dos años de "cuestiones previas"
Si el Tribunal de Apelación concede a Juan Carlos el derecho a recurrir, la demanda por acoso quedará paralizada hasta que se decida sobre la inmunidad que reclama el rey emérito.
De lo contrario, la próxima vista tendría lugar en octubre, estableció el juez, considerando que la cuestión sobre jurisdicción también será susceptible de un segundo recurso ante el Tribunal de Apelación y podrían transcurrir dos años antes de que la corte empiece a analizar el fondo de la demanda.
Divorciada de un príncipe alemán y también conocida por su nombre de soltera, Corinna Larsen, afincada en el Reino Unido, fue amante de Juan Carlos entre 2004 y 2009.
Pero denuncia que, tras su ruptura, a partir de 2012 fue espiada y acosada por orden del exjefe de Estado para que le devolviera regalos que incluyen obras de arte, joyas y obsequios fiancieros por valor de 65 millones de euros (73 millones de dólares).
Juan Carlos niega estas acusaciones "en los términos más enérgicos".
Sentada al fondo de la sala, vestida con blusa color crema, pantalón marrón y gafas de pasta oscuras, Larsen tomó numerosas notas de la vista del martes, pasando mensajes escritos a uno de sus abogados.
Entre otros actos de hostigamiento, asegura que durante una reunión en el Hotel Connaught de Londres el 5 de mayo de 2012, un "agente o asociado" del exmonarca, identificado como Sanz Roldán, se mostró "amenazante" hacia ella y sus hijos.
El juez la instó a presentar antes de finales de mayo una enmienda a su demanda para "levantar la ambigüedad" sobre si el general actuó a título personal u oficial como jefe del espionaje español.