Otros 16 detenidos en España en protestas por encarcelamiento de un rapero
La policía en España detuvo a 16 personas la noche del jueves, en Barcelona y Valencia, durante los altercados estallados por tercer día consecutivo a raíz del encarcelamiento de un controvertido rapero, informaron las autoridades locales.
En Barcelona (noreste), que acumula tres noches de protestas, la policía informó de ocho nuevas detenciones por "actos vandálicos y altercados", que se suman a las 51 personas arrestadas desde el martes en la región de Cataluña.
Los manifestantes lanzaron contundentes objetos contra la policía, levantaron barricadas con contenedores y mobiliario urbano en llamas y atacaron la redacción de un diario local.
Según los servicios de emergencias regionales, seis personas fueron atendidas por lesiones.
En Valencia (este), la protesta para reclamar la libertad del rapero Pablo Hasél también desembocó en choques entre los manifestantes y la policía, que cargó contra la muchedumbre y disparó proyectiles de foam.
Según la Policía Nacional, se practicaron ocho arrestos y diez agentes resultaron lesionados. Los servicios de emergencias no informaron del número de manifestantes heridos.
Los altercados estallaron el martes de noche en Cataluña, horas después del ingreso en prisión de Pablo Hasél, condenado a nueve meses por unos tuits en los que insultaba a la monarquía y la policía y ensalzaba a personas implicadas en delitos de terrorismo.
La movilización se ha extendido a otras ciudades del país como Granada o Madrid, donde se prepara una nueva manifestación para el sábado.
Este viernes hay convocada una huelga y una manifestación estudiantil en la región de Cataluña, lugar de origen del controvertido rapero y donde las protestas fueron de más intensidad.
El balance de detenidos desde el martes se acerca al centenar de personas. También se registraron numerosos heridos, entre ellos una joven que perdió la visión de un ojo en Barcelona, presumiblemente por un proyectil de foam disparado por la policía.
El caso expuso desavenencias en el gobierno español, entre el partido socialista de Pedro Sánchez y su socio minoritario Podemos (izquierda radical), que fustigó el encarcelamiento y aplaudió las protestas.