Cae el apoyo ciudadano al inédito tripartito de Merkel, aún en negociaciones

La canciller alemana, Angela Merkel, llega al Bundestag para asistir a una nueva jornada de negociaciones para formar una coalición de gobierno en Berlín, Alemania, este 10 de noviembre. / EFE
Efe
10 2017 - 12:23

Las complejas negociaciones para formar el nuevo Gobierno alemán han hecho caer el apoyo ciudadano a la fórmula del tripartito entre conservadores, liberales y verdes, una constelación inédita a escala federal y la única que daría mayoría estable a la canciller, Angela Merkel, para un cuarto mandato.

Apenas un 45 % de los alemanes considera buena o muy buena esa posible coalición, doce puntos menos que a principios de octubre, según el sondeo difundido por la televisión pública ARD mientras hoy vuelven a reunirse las tres delegaciones en Berlín.

La caída se atribuye a la lentitud con la que se desarrollan las conversaciones que iniciaron ya hace casi tres semanas los partidos implicados: la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes. Según los planes de la canciller, como muy tarde el próximo jueves deberían cerrarse esas conversaciones previas con resultados concretos.

Merkel mantendrá una reunión el próximo domingo con el líder bávaro Horst Seehofer, el liberal Christian Lindner y el verde Cem Özdemir, en busca de acercamiento en temas pendientes aún de consenso, indicaron hoy fuentes de los partidos implicados.

Antes de abrirse las negociaciones formales, los contenidos ya pactados se deberán someter a la aprobación de cada uno de los partidos, lo que en el caso de Los Verdes implica la convocatoria de un congreso, el 25 de noviembre.

De conseguirse ese visto bueno, se entrará en la fase siguiente y, una vez consensuado un pacto de coalición, se procederá a una nueva consulta interna de los partidos implicados, lo que para los verdes y los liberales implica una consulta a la militancia.

Merkel había pronosticado ya, tras su victoria electoral en las generales del pasado 24 de septiembre, que la formación del nuevo Gobierno podía demorarse hasta navidades y desde su partido se precisó después que la sesión de investidura ante el Bundestag (Parlamento federal) podía producirse entrado ya 2018.

La lentitud en las discusiones para concretar un Ejecutivo no es anómala en Alemania pues Merkel ya tuvo largas negociaciones antes de gobernar con los socialdemócratas, en su primer y tercer mandato, y con los liberales, en el segundo.

La situación ahora es algo distinta, ya que el tripartito denominado "Jamaica" -por los colores de los respectivos partidos y la bandera de ese país- es, además de inexplorado, la única opción que tiene Merkel para asegurarse su reelección ante el Parlamento para un cuarto mandato.

El Partido Socialdemócrata (SPD) ha descartado una nueva gran coalición, tras haber quedado en las generales en su peor resultado histórico y su líder, Martin Schulz, ha avanzado que si no se materializa el tripartito Merkel deberá convocar nuevas elecciones.

Las rondas de tanteo entre conservadores, verdes y liberales han estado marcadas por sucesivas comparecencias, entre sonrisas y mensajes constructivos, de los distintos líderes, pero sin muchos resultados concretos.

Las diferencias son notables todavía en materias que van de la protección medioambiental -ámbito clásico de los Verdes-, a transportes -donde la CSU quiere imprimir su sello- y política fiscal -que los liberales reclaman como propio, ya que aspiran a ocupar el Ministerio de Finanzas-.

En el que se perfilaba como tema más complejo, la política de refugiados, sí se ha logrado, en cambio, cierto consenso.

Los partidos están cuando menos de acuerdo en la necesidad de lograr una clara reducción de la acogida de nuevos solicitantes de asilo, en un país que ha recibido desde 2015 a alrededor de 1,3 millones de peticionarios, así como acelerar las repatriaciones de quienes fueron rechazados o están pendientes de expulsión.

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