Berlusconi desbloquea un posible pacto de Gobierno entre Liga y M5S en Italia
El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, permitió hoy que el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga Norte, con la que la formación del ex primer ministro está coaligada, debatan "in extremis" un posible pacto de Gobierno en el país.
En un comunicado, Forza Italia afirmó que, "si otra fuerza política en la coalición de centroderecha asume la responsabilidad de formar un Gobierno con el M5S", no impondrá "vetos o prejuicios".
Aseguró que este gesto por parte de Forza Italia no pone fin a la alianza conservadora, aunque matizó que no votará a favor de ese eventual Ejecutivo en el Parlamento.
Forza Italia no votará "la confianza", pero valorará "de forma serena y sin prejuicios las posibilidades de un Gobierno que eventualmente nazca, sosteniendo lealmente (...) los procedimientos que estén en línea con el programa del centroderecha" y que resulten "útiles para los italianos".
Berlusconi da así su beneplácito, pero advierte de que, si esta intentona fracasa, nadie podrá utilizar a Forza Italia como "pretexto frente a la incapacidad de encontrar acuerdos entre fuerzas políticas diversas".
La Oficina de Prensa del palacio romano del Quirinal, sede de la Presidencia italiana, había informado previamente que el M5S y la Liga mantenían "un debate dirigido a un posible acuerdo de Gobierno", por lo que habían solicitado al jefe de Estado, Sergio Mattarella, un margen de 24 horas.
Lo pidieron justo cuando Mattarella debía designar un gabinete "neutral", provisional y de corte técnico ante la falta de acuerdo de los partidos tras los comicios generales del 4 de marzo, en los que ninguna formación política obtuvo mayoría suficiente para gobernar.
Para poner fin al bloqueo, Mattarella anunció el lunes que designaría un Gobierno transitorio, lo que rechazaron de forma tajante el M5S y la LN, que este miércoles se sentaron a la mesa para hablar.
La idea del jefe del Estado, árbitro tras las elecciones, era que ese Ejecutivo "neutral y de servicio", tras obtener la confianza del Parlamento, tuviera vigencia hasta diciembre y así dar tiempo a los partidos para negociar la formación de Gobierno.
Este gabinete presentaría su dimisión una vez que las fuerzas políticas lograran un acuerdo o después de diciembre, lo que llevaría al país a otros comicios en 2019.
Pero, en caso de que ese Ejecutivo provisional no obtuviera la confianza en el Parlamento, permanecería en funciones hasta la celebración de elecciones en julio o en octubre, una opción desaconsejada ante el riesgo de que se repitiera el escenario actual.
No obstante, ante la inminencia del órdago de Mattarella, los líderes del M5S, Luigi di Maio, y de la LN, Matteo Salvini, optaron por reunirse en la Cámara de los Diputados, en un último intento de formar un Gobierno "político" y hacer que la idea del presidente se desvaneciera.
Quedaba por solventar un escollo, la figura de Berlusconi, ya que el M5S se había negado en las últimas semanas a pactar un Gobierno con Forza Italia.
Durante la tarde, aumentó la presión para que Berlusconi "liberara" a Salvini y favoreciera un Gobierno M5S-Liga. Y uno de los más estrechos colaborados de Berlusconi, Renatto Brunetta, escribió en la red social Facebook que "si la Liga y el M5S" querían "hacer el Gobierno" que lo hicieran, "pero la coalición permanece vigente".
El portavoz de la Liga en la cámara baja, Giancarlo Giorgetti, advirtió también a Berlusconi de que debía optar entre "llevar el país a nuevas elecciones o favorecer un Ejecutivo entre Salvini y Di Maio".
Ahora se abre un camino para que el M5S y la Liga inicien las negociaciones para la formación de un posible Ejecutivo, aunque deberán enfrentarse a algunos desafíos, como las promesas incluidas en sus programas electorales y que deberán compatibilizar.
Uno de los mayores obstáculos que deberán solventar es acordar quién ejercerá de primer ministro, ya que Di Maio se presentó a las elecciones como candidato a ese puesto por el M5S y Salvini por la Liga.
En los últimos días, Di Maio ha dicho que estaría dispuesto a apoyar a una tercera persona, que no sea ni él ni Salvini, lo que reiteró de nuevo hoy.
Asimismo, Salvini ha reconocido recientemente que tampoco se opondría a la elección de una tercera persona.