Amnistía Internacional acusa a Hungría de degradar a los refugiados

La policía húngara vigila un grupo de refugiafos en la frontera entre Hungría y Croacia en la localidad de Beremend / Foto/EFE
Efe
26 2016 - 18:08

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado hoy que los refugiados que llegan a Hungría son sometidos a abusos y a un trato "degradante" por parte de las autoridades.

"Miles de solicitantes de asilo, incluyendo menores sin acompañar, están sufriendo violentos abusos" señala esta ONG de Derechos Humanos en un informe hecho público hoy.

Esta denuncia se suma a las que otras ONG llevan formulando desde hace meses sobre trato inhumano a los refugiados en Hungría y sobre las duras medidas anti inmigración del Gobierno conservador que preside el primer ministro, Viktor Orbán.

A las alambradas en sus fronteras y las penas de hasta cinco años de cárcel por la entrada ilegal en el país, Hungría sumó en julio la expulsión a una "zona de nadie", entre Hungría y Serbia, a todos los inmigrantes irregulares que sean detenidos en los primeros ocho kilómetros de suelo húngaro.

Ahí, sin apenas ayuda ni servicios básicos, deben esperar durante semanas y meses a que se tramite su petición de asilo.

"Cientos de solicitantes de asilo esperan en la frontera durante meses en condiciones degradantes", señala el informe de AI, en el que se explica que solicitantes de asilo han denunciado que fueron golpeados, pateados y hasta perseguidos por perros.

"Cuando llegué pensaba que Hungría es Europa, que tal vez iba a estar bien. Pero me di cuenta de que aquí nos odian", describe en el informe un ciudadano afgano al que AI no identifica.

Esta ONG recuerda que el próximo domingo se celebrará en Hungría un referéndum sobre si se acepta el sistema para reubicar a los refugiados en todos los países de la Unión Europea, rechazado por Orbán.

Se espera que el "no" gane de forma rotunda en una consulta impulsada por el Gobierno, que ha relacionado inmigración con terrorismo durante la campaña para el referéndum. Para AI se trata de un "referéndum tóxico".

"Orbán ha sustituido el Estado de derecho con el Estado del miedo", denuncia John Dalhuisen, director de AI para Europa.

Debido a la campaña del referéndum "la tóxica retórica antirrefugiados está alcanzando su punto culminante" opina la organización, que advierte de que las políticas de Orbán significan una "verdadera amenaza" para el Estado de derecho y los derechos humanos.

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