España:Militancia del PSOE escoge a su nuevo secretario general

Los militantes socialistas españoles tienen el domingo la oportunidad histórica de escoger a su nuevo líder, del que se espera ayude a reconectar al debilitado partido con una ciudadanía que le ha dado la espalda. Los 198.000 militantes del PSOE podrán elegir por primera vez entre los diputados Pedro Sánchez, Eduardo Madina y el exparlamentario José Antonio Pérez Tapias a su nuevo secretario general, que será ratificado en el Congreso Extraordinario del partido a finales de julio. Tras haber ido perdiendo votos de forma sostenida desde 2011, cuando cedieron el poder a un Partido Popular con mayoría absoluta, los socialistas se vieron abocados a un cambio de dirección a raíz de los malos resultados de los comicios europeos de mayo pasado, cuando perdieron 2,5 millones de votos frente a las elecciones de 2009. El secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció entonces su renuncia y poco después su marcha de la política, dejando paso a una nueva ejecutiva que prepare el camino para la elección el próximo noviembre del candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de 2015. Quienes hoy aspiran a hacerse con la dirección del PSOE coinciden en la necesidad de una crucial regeneración en la principal formación de la oposición, que encara ahora la fuerte competencia de unos partidos minoritarios que han recogido el descontento ciudadano por la crisis económica y los recortes de servicios públicos. "Estamos aquí porque queremos dar la respuesta que el partido está necesitando, que la ciudadanía está pidiendo", dijo el exdiputado y profesor universitario José Antonio Pérez Tapias, en el debate a tres bandas celebrado el lunes pasado en Madrid. El veterano filósofo y teólogo, de 59 años, fue de los tres aspirantes el que pronunció un discurso más a la izquierda en ese debate, en el que él mismo se declaró como "el tercero en discordia", después de que los últimos sondeos dieran como favorito de los votantes socialistas a Madina, seguido de Sánchez.

¿UNA ELECCIÓN ENTRE DOS? Madina, secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, quiere desligarse del "aparato" del partido con el que se le vincula, siendo de los primeros en defender que tanto el líder socialista como el candidato a las elecciones generales de 2015 fueran escogidos por los militantes en unas primarias. "A los 17 años me hice socialista para intentar cambiar las cosas y en estos años he visto que algunos se han vuelto conformistas. Pero yo no entregué los mejores años de mi vida para eso", dijo Madina, de 38 años, en su vídeo promocional. El político vasco, que con 26 años sufrió un atentado terrorista de ETA en el que perdió una pierna, ha pedido una amplia participación en la jornada del domingo, durante la cual los militantes podrán votar hasta las 9 horas. Esa participación, sin embargo, podría beneficiar a su principal rival, el madrileño Pedro Sánchez, que consiguió cinco veces más avales que Madina en Andalucía, tradicional bastión socialista y que cuenta con 45.600 de los 198.000 militantes del partido. "La democracia es patrimonio de todos. Quiero que la militancia de base sea quien lidere, yo soy militante de base", dijo Sánchez, economista y profesor universitario, recordando que hace un año no era diputado. Sánchez ha entrado y salido de la política al irse moviendo las listas electorales en los últimos años, estando su carrera muy ligada a Madrid, donde fue concejal del ayuntamiento entre 2004 y 2009. Su paso en calidad de concejal por la Asamblea General de Caja Madrid en una época en la que la entidad nacionalizada emitió sus controvertidas preferentes ha venido a empañar el tramo final de una campaña en la que los choques dialécticos entre Madina y Sánchez han sido frecuentes. "Frente a las malas artes de algunos, mi campaña es en positivo. Otros siembran dudas sobre los demás. Yo no tengo nada que ocultar sobre mi vida pública o privada", dijo Sánchez el jueves en Madrid tras una información publicada en El Confidencial que decía que Sánchez contribuyó con su voto a la emisión de unas preferentes con las que miles de españoles han perdido sus ahorros.