El EI no se acabará en el próximo año
El Ejército israelí no ve un pronto final para el Estado Islámico (EI), el grupo yihadista que controla y aterroriza grandes territorios en Irak y Siria, aseguró hoy el jefe de la División de Operaciones, mayor general Nitzan Alón, tercero en la línea de mando de las Fuerzas de Defensa de Israel.
"Daesh (acrónimo árabe para ISIS, el Estado Islámico de Ira y el Levante, que luego cambió su nombre a EI) no va a colapsar en los próximos meses y tampoco en el próximo año", dijo el militar al repasar las amenazas que enfrenta su país en una reunión en la Kiryá (sede central del Ejército) con un grupo de periodistas.
Pese a aceptar que la amenaza del grupo islamista va a continuar estando presente, el general señaló que se están produciendo "ligeros cambios" y que la alianza de decenas de países contra el EI "está teniendo algunos efectos" sobre el terreno.
El grupo se ha visto obligado a modificar la forma en que se expande por su territorio y en la forma en que recluta adeptos por todas partes, además de en sus fórmulas de gobierno, explicó.
"Ya no les es tan fácil pagar a sus hombres y reclutar nuevos, como lo era hace un año", pero su fortaleza indica que "son una amenaza que está aquí para quedarse varios años".
Por otro lado, apuntó que "el hecho de que Daesh sea enemigo de todo el mundo al mismo tiempo va a cambiar el equilibrio de fuerzas en Siria y en Irak" y ofrece a Israel "una oportunidad para fortalecer la forma en que trabaja con los enemigos de Daesh en Oriente Medio".
Si bien Israel no está directamente involucrado en la coalición internacional que actúa contra EI en Siria e Irak, el país "sufre el terrorismo" de ese grupo tanto desde el Sinaí (en la frontera con Egipto) como por la "inspiración terrorista" que este provoca en los territorios palestinos y en poblaciones árabes dentro de Israel.
Por esto, el país colabora en la lucha global de diversas maneras, entre ellas compartiendo inteligencia e información con otros países.
Alón prevé "diez o quince años, quizás toda una generación" de inestabilidad en la región.
Entre los principales retos que el Ejército contempla para proteger su seguridad en el próximo año, destaca la carrera de armas regional, la inestabilidad, la inseguridad fronteriza, el surgimiento de extremismo violento a cargo de actores no estatales y la vulnerabilidad de infraestructuras estratégicas.
Y otras amenazas procedentes directamente de Irán: la posibles violación del acuerdo nuclear, la extensión de su hegemonía regional, su proliferación armamentística, mayor acceso a fondos tras el fin de las sanciones y el crecimiento (con ayuda iraní) de la capacidad de la milicia libanesa Hizbulá, que ya supone un riesgo de ataques fronterizos y en terceros países contra objetivos israelíes o judíos.
El general tampoco ve un final temprano a la oleada de violencia que tiene lugar en Israel y los territorios ocupados desde octubre.
Esta se ha cobrado ya la vida de 27 víctimas israelíes, dos extranjeras y una palestina, y de otros 169 palestinos, la mayoría muertos al perpetrar ataques, según fuentes israelíes, y el resto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
"No creo que esta oleada vaya a acabar pronto. Tenemos que dar por hecho que durará todo 2016. Esperamos lo mejor, pero nos preparamos para lo peor", asegura.
El Ejército tampoco pierde de vista lo que sucede en Gaza. Si bien 2015 ha sido "el mayor periodo de calma desde los años setenta", esta calma se vive en la superficie, mientras que bajo tierra el movimiento islamista Hamás construye una red de túneles para cometer ataques y probar armas, asegura.
Pese a ello, Alón no espera este año una nueva conflagración como la de 2014, porque cree que "Hamás no se considera preparada para otro enfrentamiento con Israel".