Destruiremos a extremistras del Estado Islámico: Obama
WASHINGTON — En un importante cambio de postura, el presidente Barack Obama confirmó esta noche, miércoles 10 de septiembre, que Estados Unidos iniciará una amplia campaña militar para "debilitar y destruir" a los extremistas del Estado Islámico en dos volátiles países del Medio Oriente al autorizar por primera vez ataques aéreos dentro de Siria, así como una ampliación de los ataques en Irak.
En una alocución al país, Obama también anunció el envío de casi 500 soldados más a Irak para asistir a las abrumadas fuerzas de seguridad de ese país. Y exhortó al Congreso a aprobar un programa para armar y entrenar a rebeldes sirios que luchan tanto contra el Estado Islámico como contra el presidente Bashar Assad.
Arabia Saudí, un aliado crucial de Estados Unidos en el Medio Oriente, ofreció ser sede del programa de capacitación, parte del esfuerzo de Obama por persuadir a otras naciones a que se unan a Washington en el combate a los extremistas.
"No libraremos solos esta batalla", dijo Obama. "El poderío estadounidense puede marcar una diferencia decisiva, pero no podemos hacer por los iraquíes lo que ellos deben hacer por sí mismos, ni podemos tomar el lugar de los aliados árabes en la seguridad de su región".
"Nuestro objetivo es claro: debilitaremos y a final de cuentas destruiremos a EIIL (Estado Islámico para Irak y el Levante) mediante una estrategia antiterrorista integral y sostenida".
El presidente descartó terminantemente la perspectiva de enviar tropas de combate a Irak o Siria.
Pero incluso así, los planes de Obama son un cambio significativo de postura para un presidente que comenzó a destacarse políticamente en parte por su oposición inicial a la guerra en Irak. Y mientras ha ocupado el cargo ha tratado de reducir las campañas militares en el Medio Oriente y evitar nuevas guerras, particularmente en Siria, un país donde el caos y la prolongada guerra civil han dado al Estado Islámico espacio para florecer y moverse libremente por la frontera con Irak.
En su discurso la víspera del aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el plan de Obama también representa la admisión de que años de presencia militar estadounidense en el Medio Oriente no han logrado controlar la amenaza de terrorismo que emana de la región.
Por otra parte, funcionarios estadounidenses temen que occidentales que se han unido a grupos extremistas puedan regresar a sus países y lanzar ataques. Sin embargo, funcionarios dijeron el miércoles que no conocen de ninguna amenaza creíble de un ataque en Estados Unidos por parte del Estado Islámico.
Funcionarios dijeron que los ataques aéreos en Irak serán ahora más amplios y se extenderán a Siria. Obama planea seguir adelante sin solicitar autorización del Congreso.
En su lugar, dijeron los funcionarios, el presidente actuará bajo la autorización del uso de la fuerza aprobada por el Congreso en los días siguientes al 11 de septiembre y que dio al presidente George W. Bush la capacidad de atacar a los que perpetraron los atentados.
La difícil decisión
Antes del discurso de Obama, líderes legislativos tuvieron que enfrentar la decisión de si apoyan su solicitud de armar a la oposición siria, y en ese caso, cómo lograr la aprobación de tal medida en un Congreso dividido antes de las elecciones de noviembre.
El plan del presidente es un cambio significativo en comparación con su postura anterior de reducir la presencia militar estadounidense en el Medio Oriente y evitar nuevas guerras.
Por otra parte, la Casa Blanca anunció el miércoles que entregará 25 millones de dólares en asistencia militar inmediata al gobierno iraquí como parte de los esfuerzos para combatir al Estado Islámico.
Mientras tanto, Obama y el vicepresidente Joe Biden llamaron a legisladores para presionarlos a incluir autorización para el programa en un proyecto de ley de financiación temporal. Lisa Monaco, la principal asesora de Obama en contraterrorismo, también informó a legisladores en el Capitolio sobre la propuesta de armar y entrenar a los rebeldes, dijeron funcionarios del gobierno.
Por su parte, representantes republicanos colocaron un potencial obstáculo a la medida al no incluir la medida en el proyecto de ley de financiamiento. Pero no estaba claro si los republicanos estaban rechazando la solicitud totalmente o dejarían abierta otra posibilidad.