La coalición anti-Netanyahu busca el voto de confianza del parlamento
Los adversarios de Benjamin Netanyahu comenzaron este jueves a prepararse a fin de obtener un voto de confianza del parlamento, tras lograr 'in extremis' un acuerdo para un gobierno heterogéneo que expulse del poder al primer ministro con el mandato más largo en la historia de Israel.
Aunque aún se desconoce la fecha de la reunión del parlamento para definir el voto de confianza, Netanyahu, desafiante, escribió en Twitter: "todos los diputados elegidos con el apoyo de la derecha deben oponerse a este peligroso gobierno de izquierda".
Poco antes de que venciera el plazo a la medianoche del miércoles, el jefe de la oposición israelí, el centrista Yair Lapid, informó al presidente de Israel, Reuven Rivlin, que consiguió los apoyos necesarios (61 diputados de 120) para una coalición que pondrá fin a dos años de crisis política, marcada por cuatro elecciones y ningún gobierno estable.
Las negociaciones que llevaron al acuerdo formal duraron varios días. Pero para hacer un gobierno, la coalición debe obtener el voto de confianza de una mayoría en la Knéset, el parlamento israelí.
La convocatoria de esta votación está en manos del presidente del Parlamento, Yariv Levin, del partido de derecha Likud -de Netanyahu-, y podría sentirse tentado a retrasar la votación con la esperanza de que en ese tiempo, bajo presión del primer ministro, algunos diputados resquebrajen la coalición.
Los israelíes están divididos entre quienes ven en esta alianza explosiva una "traición" de las ideas de la derecha y de la izquierda, y aquellos que se sienten aliviados de ver al primer ministro en la puerta de salida después de 12 años en el poder.
"Casi habíamos perdido la esperanza y esperamos que, después de estos dos años tan difíciles, por fin tengamos una nueva era que traiga esperanza a Israel", dijo Chen Kostukovsky, una habitante de Tel Aviv.
Un partido árabe en la coalición
Juzgado por "corrupción" en tres casos, Netanyahu es el primer jefe del gobierno israelí que se enfrenta a cargos penales mientras ostenta el cargo.
Si deja el poder pasará a ser un simple diputado y perderá su influencia para tratar de aprobar una ley que lo proteja de sus problemas legales.
La firma del acuerdo de coalición alcanzado por los jefes de ocho partidos -dos de izquierda, dos de centro, tres de derecha y uno árabe- marca también un punto de inflexión en la historia política de Israel.
La última vez que un partido árabe israelí apoyó un Ejecutivo -pero sin participar en él- fue en 1992, durante la época del "gobierno de la paz" de Yitzhak Rabin.
Esta vez la formación árabe islamista Raam liderada por Mansur Abas firmó el acuerdo sin indicar si participará activamente en el gobierno.
"Este gobierno estará al servicio de todos los ciudadanos de Israel, incluidos los que no son miembros de él, respetará a quienes se oponen a él y hará todo lo que esté en su poder para unir a los diferentes componentes de la sociedad israelí", dijo Lapid al presidente Rivlin.
"Gran esperanza"
Los ojos también están puestos en Naftali Bennett, exasistente de Netanyahu convertido en su rival. El líder de la derecha radical se unió al bloque anti-Netanyahu en el último momento, después de haber sembrado la duda durante semanas.
Bennett, jefe de la formación Yamina, cuyo apoyo era esencial para alcanzar el número mágico de 61 diputados, será el primer jefe del Gobierno, hasta 2023, para luego ser ser sustituido por Lapid hasta 2025, según los medios de comunicación israelíes.
A menos que estalle en pedazos esta coalición heterogénea, dividida sobre cuestiones económicas, de seguridad, la relación con los palestinos y sobre la delicada cuestión del lugar que ocupa la religión en la política.
Su único punto en común es el deseo de terminar con la era Netanyahu, quien llegó por primera vez al poder hace 25 años y gobernó de 1996 a 1999 antes de volver al poder en 2009.
Camino de Washington para tratar el caso iraní, Benny Gantz, el ministro de Defensa y exrival de Netanyahu aplaudió en Twitter una "noche de gran esperanza".
La negociación pasó casi desapercibida durante la espiral de violencia entre manifestantes palestinos y la policía israelí en Jerusalén Este y en ciudades judío-árabes en Israel, y la guerra de 11 días entre el ejército israelí y el gobernante movimiento islamista palestino Hamás en Gaza.
En una coincidencia de fechas, los diputados eligieron el miércoles a un sucesor de Rivlin, el laborista Isaac Herzog, de 60 años, para este puesto esencialmente honorífico.