'Estamos cada vez más unidos', afirma la vicepresidenta de Nicaragua
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, afirmó este lunes su convencimiento que los nicaragüenses están "cada vez más unidos", en medio de la crisis sociopolítica que atraviesa el país, que ha dejado cientos de muertos en protestas contra su esposo, el presidente Daniel Ortega, desde abril pasado.
"Sentimos y nos convencemos de estar cada vez más unidos, animados y alentados por la fuerza espiritual que ha venido creciendo y que nos ha llevado a recuperar cariño, encuentro y cultura de paz", dijo Murillo, en un mensaje divulgado por medios del Gobierno.
Murillo emitió sus palabras en un país que no se encontraba tan polarizado por razones políticas desde los años 80 del siglo pasado, también bajo el mandato de Ortega.
"Con fe y fortaleza vamos adelante en esta Nicaragua donde ha brillado por años el amor, el encuentro, la reconciliación y seguirá brillando, no lo dudemos", sostuvo.
Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado 325 y 545 muertos, en el marco de protestas antigubernamentales, según organismos humanitarios nacionales e internacionales.
También señalan la existencia de 674 "presos políticos", así como cientos de desaparecidos, miles de heridos, y decenas de miles de exiliados.
El Gobierno reconoce 199 muertos y 273 reos, que denomina "terroristas", "golpistas" o "delincuentes comunes".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de ataques mortales, así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los Derechos Humanos.
La CIDH ha señalado al Gobierno de Nicaragua por actos de represión que constituyen crímenes "de lesa humanidad".
Ortega rechaza los señalamientos y sostiene que superó un intento de "golpe de Estado", del que la CIDH y la Acnudh han dicho que no existen pruebas.
Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado, tras 11 años de Gobierno continuo, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, tras el saldo mortal de las manifestaciones.