Tribunal de paz de Colombia ordena captura de excomandante de FARC
La justicia especial de paz en Colombia ordenó este viernes la captura de un temido excomandante de la disuelta guerrilla FARC, la primera sanción que dicta por incumplimientos al acuerdo que puso fin a medio siglo de conflicto armado.
Apenas conoció la decisión, el presidente Iván Duque, que pretende modificar el pacto con la otrora guerrilla comunista, ordenó a la policía la captura de Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, conocido como El Paisa.
"En Colombia no debe haber impunidad para delincuentes de lesa humanidad. Hay que reivindicar a las víctimas. Nuestro país reclama genuina justicia, verdad, reparación y no repetición", escribió en Twitter.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decidió "revocar el beneficio de la libertad condicional" contra Velásquez Saldarriaga, cuyo paradero se desconoce desde junio de 2018, dijo la magistrada Catalina Díaz al leer el fallo.
El tribunal de paz ordenó la pérdida del beneficio de libertad condicional, que le otorgaba el acuerdo de paz de 2016, luego de que El Paisa incumpliera tres comparecencias ante la JEP para responder por secuestros y dar cuenta de sus compromisos en materia de reincorporación social y económica.
El objetivo es que "comparezca ante esta sala a rendir cuentas sobre los hechos y conductas en materia de los distintos casos que tiene abiertos en este tribunal", afirmó Díaz.
La JEP pidió igualmente que se notifique a la Interpol la orden de captura contra El Paisa, que en distintas cartas públicas ha denunciado falta de garantías de seguridad e incumplimientos estatales en el pacto que desarmó y transformó en partido a la otrora guerrilla comunista.
Ha habido un "nulo interés de Velásquez Saldarriaga por contribuir a la satisfacción de los derechos de las víctimas", afirmó la magistrada.
El histórico pacto prevé que los responsables de delitos graves cometidos durante el prolongado conflicto, ya sean exguerrilleros o militares, reciban penas alternativas a la prisión si confiesan sus crímenes, reparan a sus víctimas y nunca más vuelven a ejercer la violencia.
En caso de que incumplan esas condiciones, se exponen a penas de hasta 20 años de prisión.
Abultado prontuario
El ahora senador y excomandante guerrillero Julián Gallo, anteriormente conocido como Carlos Antonio Lozada, dijo a la AFP que la colectividad hará "un pronunciamiento oficial" el sábado sobre la determinación de la JEP.
Señalado de múltiples asesinatos y secuestros, Velásquez, quien comandó la principal fuerza de élite de la disuelta guerrilla marxista, abandonó desde mediados de 2018 una zona selvática del sur del país donde llevaba a cabo su proceso de reincorporación social y económica.
El Paisa dejó la zona junto con el ex jefe negociador de paz Iván Márquez. Ambos tomaron distancia del acuerdo tras la captura con fines de extradición del líder rebelde Jesús Santrich, acusado en Estados Unidos de narcotráfico, en abril de 2018.
Comandante durante más de dos décadas de la columna Teófilo Forero y miembro de la dirección de las FARC, contra el líder rebelde hay diez condenas por homicidio y terrorismo, y 27 por secuestro.
Además de 128 procesos en la justicia ordinaria por delitos como homicidio, terrorismo, acceso carnal violento, desplazamiento forzado, secuestro y concierto para delinquir.
A El Paisa, que estuvo en La Habana durante las pláticas de paz, se le atribuye estar involucrado en el peor atentado urbano de las FARC: un coche bomba en el club social El Nogal, en Bogotá, que dejó 36 muertos y decenas de heridos en febrero de 2003.
El ahora partido FARC ha denunciado la muerte de más de un centenar de excombatientes tras la firma de la paz. Así como acusa al gobierno de Duque de querer "destrozar" lo convenido.
Duque llegó al poder con la promesa de modificar el acuerdo de paz por considerarlo indulgente con los rebeldes implicados en delitos atroces.
Aun cuando el pacto es respaldo por la ONU, el mandatario presentó al Congreso varias objeciones que, de ser aprobadas, supondrían una "grave lesión" a lo suscrito en Cuba, segun los exnegociadores de paz.
El lunes el Senado discutirá los reparos del gobierno.
Aunque aliviada por el desarme de la que fue la guerrilla más poderosa de América, Colombia sigue viviendo un conflicto armado que durante medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos, con saldo de ocho millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.
Si bien el grueso de las FARC (unos 7.000 combatientes) depuso las armas, cientos persisten en la lucha armada financiados por el narcotráfico. Según inteligencia militar, las llamadas disidencias cuentan con al menos 1.700 hombres y mujeres en armas.