Tensión en hotel de Nicaragua por asedio policial contra jóvenes opositores
Momentos de tensión se vivieron este miércoles en un hotel de Managua, capital de Nicaragua, cuando un fuerte contingente de la Policía Nacional rodeó y ejecutó maniobras de embestida contra un grupo de jóvenes opositores, que se encontraban reunidos con otras agrupaciones de la oposición.
El asedio policial ocurrió mientras los jóvenes, en su mayoría de Unión de Presos Políticos Nicaragüense (UPPN), sostenían un encuentro con los movimientos opositores Unidad Nacional Azul y Blanco, el Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos, y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
"No respetan la propiedad privada, no tenemos armas, estábamos haciendo uso de nuestro derecho a organizarnos", dijo a Efe la líder opositora Ivania Álvarez.
Desde septiembre pasado la Policía de Nicaragua prohíbe manifestaciones contra el presidente Daniel Ortega, a pesar de que la medida viola la Constitución, según los expertos en leyes.
Al menos 12 automóviles policiales todoterrenos y cerca de un centenar de agentes, entre antimotines y fuerzas especiales contra el crimen organizado, se tomaron la calle del hotel y amenazaron a los opositores con ejecutar acciones que no precisaron.
Los opositores reaccionaron desplegando la bandera de Nicaragua y cantando el Himno Nacional desde el interior del hotel, una propiedad privada. "Que se olvide la dictadura de que nos van a intimidar con ese despliegue de fuerzas", afirmó la dirigente de la Unidad Nacional Azul y Blanco, Violeta Granera.
El segundo jefe de la Policía de Managua, Fernando Borge, quien dirigió el operativo, se negó a decir a qué obedeció el despliegue policial, que fue desmontado con el mismo hermetismo con que se ejecutó.
"¿Está creando nuevas listas (de "reos políticos")? Que nos diga si va a volver a echarnos presos para volver a negociar, el Gobierno está dejando clara su demostración de violencia, nosotros no vamos a caer en esa violencia", cuestionó Álvarez.
Una escena particular ocurrió cuando los opositores gritaron "¡Ortega, escucha, seguimos en la lucha!". Al escuchar el apellido del presidente, los jefes policiales dieron la orden de hacer sonar las sirenas de las patrullas, y no las apagaron hasta que cesó la consigna dirigida al mandatario.
"Sus jefes no quieren que ustedes oigan el mensaje a Ortega, porque tienen miedo", gritó un manifestante a los agentes.
El momento de tensión se dio un día después de que el Gobierno anunció que no liberará a más "presos políticos", pese al compromiso de dar libertad a "todos" en un plazo que se venció ayer martes, tras haber liberado a 620, según la Alianza Cívica.
Los opositores insistieron en que continuarán con las protestas, a pesar de las prohibiciones de la Policía. Nicaragua vive una crisis que, desde el estallido social contra Ortega en abril de 2018 ha dejado 326 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que responsabiliza al Gobierno por los crímenes "de lesa humanidad" cometidos en el contexto.
Organizaciones humanitarias locales sostienen que la crisis ha cobrado 594 víctimas mortales, pero el Gobierno reconoce solo a 200 fallecidos.