La defensa pide sobreseer el caso de corrupción contra el expresidente Pérez Molina
La defensa del expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina (2012-2015) pidió hoy al juez de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, el sobreseimiento del proceso en su contra por "deficiencias en la acusación", la cual no se sustenta "ni con palillos".
Previo a la participación del abogado defensor César Calderón, el Ministerio Público (MP-Fiscalía) había solicitado que se llevara a la siguiente etapa (debate oral y público ante tribunal de sentencia) el caso conocido como "La Línea", por el que el expresidente está acusado de cohecho pasivo, defraudación aduanera y asociación ilícita.
A criterio de la Fiscalía, Pérez Molina y quien fuera su vicepresidenta Roxana Baldetti encabezaron una estructura criminal en aduanas y la Superintendencia de Administración Tributaria conocida como "La Línea", en la cual estuvieron involucrados ministros, intendentes, funcionarios y particulares.
Durante la investigación para desarticular la red, la Fiscalía Contra la Impunidad interceptó 88.920 escuchas, identificó 5.906 correos electrónicos, decomisó 175.000 pruebas forenses, realizó 74 allanamientos y secuestró 650.000 folios.
Según las autoridades, en el período de mayo 2014 a febrero 2015, al menos 500 contenedores pasaron por aduanas sin pagar aranceles, lo que le generó elevados ingresos a "La Línea". El abogado Calderón insistió que, "ante todas las inconsistencias y mentiras repetidas" por la Fiscalía, "no hay cómo comprobar las acusaciones".
El defensor dijo que su pedido de sobreseimiento está "de conformidad con el artículo 328 del Código Procesal Penal", por las "deficiencias de la acusación", las cuales, insistió, "no son responsabilidad del juez", y le achacó al MP y a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) por "traer mal un caso" basado en "mentiras".
"Debe resolver con legalidad y con valor señor juez", le pidió Calderón a Gálvez, y exigió "sobreseer por los tres delitos que se le imputan a mi patrocinado", el expresidente Pérez Molina. El exmandatario es el último de los acusados en enarbolar su defensa ante el juez Gálvez y se prevé que esta tarde realice su propia explicación de viva voz.
El abogado indicó que Pérez Molina, en calidad de presidente, no podía saber qué hacían todos sus subordinados y ejemplificó que ni él mismo (Calderón) sabía qué hacía en este momento su asistente en su oficina, así como lo que sucedía con los auxiliares del juzgado B de Mayor Riesgo no podría conocerlo a plenitud el juez Gálvez.
"Hay encargados y para eso existe la ley", expuso el defensor, quien afirmó que lo único que realizó su patrocinado era la "intervención de las aduanas y la solicitud de la participación de Cicig en el tema aduanero".
Calderón se quejó de que los fiscales "hicieron copy-paste", copiar y pegar, de otras acusaciones en el mismo caso y repitió en varias oportunidades que "el líder de la trama de defraudación aduanera" no era Pérez Molina, sino el ex secretario privado de Baldetti, Juan Carlos Monzón, ahora colaborador en esta causa.
La denominada etapa intermedia del proceso, que se inició el pasado 24 de julio, podría llegar a su fin esta semana, cuando el juez Gálvez decida si envía o no a juicio oral y público a la estructura criminal.