Saca aprovechó controles blandos del fisco salvadoreño para malversar fondos
San Salvador/El expresidente de El Salvador Elías Antonio Saca (2004-2009) aprovechó los controles blandos que el Ministerio de Hacienda ejerce sobre el uso de fondos para malversar más de 300 millones de dólares, según la declaración que 4 testigos dieron hoy ante una corte penal.
La declaración de los empleados del fisco, quienes ocupaban cargos de dirección durante la administración de Saca, se centró en el manejo que debían tener los fondos destinados a los "gastos reservados" y en el "seguimiento global" que apenas recibieron de la cartera de Estado.
El testigo Carlos Salazar, quien fue subdirector general del Presupuesto y de Tesorería, detalló que durante la gestión de Saca se dieron "solicitudes de refuerzo presupuestario para gastos reservados de la Presidencia" y que estas "fueron aprobadas".
Señaló que para el control del manejo de este tipo de recursos "no hay una normativa especial" y que a esto se suma que el "Ministerio de Hacienda no fiscaliza los presupuestos, sino que le corresponde a la Corte de Cuentas".
Por su parte, Reina Luz Figueroa, quien se desempeñó entre 2004 y 2009 en la Tesorería del Ministerio de Hacienda, explicó que para transferir estos recursos bastaba con que se enviara una solicitud con "generalidades" y que los detalles del manejo quedaban a "discreción" de la Presidencia.
Saca confesó el pasado 9 de agosto que al inicio de su gobierno emitió un reglamento para dar la categoría de secreto de Estado a la información relacionada con los "gastos reservados" y que esto le permitió desviar la millonaria cifra.
También relató que inicialmente no se planteó el uso de este mecanismo para desviar el dinero, pero que la falta de controles más rigurosos por parte de la Corte de Cuentas lo motivaron.
"Me aproveché de la organización (del Gobierno) y de los escasos dispositivos de control para trasladar fondos a otras personas sin relación con la Presidencia", dado que las auditorías se hacían "de forma superficial", añadió.
Estos testigos forman parte de los más de 100 que la Fiscalía tenía previsto llamar a declarar al juicio, pero los fiscales decidieron el viernes pasado reducir el número en razón de un trato alcanzado con Saca y otros cinco procesados.
El acuerdo estipula que, a cambio de confesar en un "juicio abreviado", Saca y el exsecretario privado Elmer Charlaix reciban 10 años de prisión, y que el exgerente financiero de la Presidencia Francisco Rodríguez Arteaga purgue 6 años, los tres por los delitos de peculado y lavado de dinero.
El exjefe de la Tesorería del Gobierno Jorge Alberto Herrera aceptó recibir 3 años de cárcel por peculado, mientras que Julio Rank y César Funes, exsecretarios de Comunicaciones y Juventud, acordaron la pena de 5 años por el mismo delito.
Únicamente el exempleado Pablo Gómez no pactó y enfrenta un proceso "común", por lo que se expone a recibir hasta 30 años de prisión.
Saca es el primer expresidente de la democracia salvadoreña en afrontar un juicio y confesar delitos de corrupción, dado que su predecesor en el Ejecutivo, Francisco Flores (1999-2004), falleció antes de que se formalizase un proceso en su contra.